El tomate es, tal y como así lo indican los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios, uno de los productos más presentes en nuestra mesa tanto crudo como cocinado, entero o triturado. Se trata de una de las verduras más versátiles de la cocina, y no puede faltar en ella. Se puede encontrar en la tradicional salsa de tomate, en sofritos, en ensaladas, en el gazpacho, en el pisto, etc.

El tomate es bajo en calorías y en grasas. Su aporte en fibra y en minerales son discretos, pero en contrapartida es muy rico en vitaminas (A, D, E, del grupo B y también C). Otro componente importante es el licopeno, un antioxidante que es más activo cuando se consume triturado que entero.

Según indican los especialistas, el tomate en fresco es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. Si se necesita que maduren, hay que guardarlos fuera de la nevera y protegidos de la luz. Es posible congelarlos (escaldándolos y pelándolos antes), pero pierden propiedades nutricionales.

El truco de la pajita para conservar los tomates frescos durante un mes

Con más de 57.000 me gustas, la publicación de Instagram del usuario @gustillosrecetas, canal que cuenta con más de 2 millones y medio de seguidores donde se muestran consejos de cocina y recetas, no ha dejado a nadie indiferente. En ella el creador de contenido sobre cocina Saul Reyes explica cómo conservar tomates frescos hasta por un mes.

Limpieza

El primero de los pasos que hay que seguir es lavar y desinfectar bien los tomates. Hay que tener en cuenta que esta verdura puede estar expuesta a bacterias, residuos de pesticidas y otros contaminantes durante su cultivo, transporte y almacenamiento.

Secado

Después de lavar y desinfectar los tomates frescos es muy importante eliminar toda la humedad de los mismos. Para ello los especialistas recomiendan recurrir a un papel absorbente o un paño seco.

Empaquetado

Una vez se asegure que los tomates están secos, lo siguiente es empaquetarlos. Para ello, lo que hay que hacer es, en una bolsa hermética, colocar un trozo de papel de cocina en el fondo. A continuación, añadir los tomates y cerrar la bolsa, aunque no del todo. El creador de contenido explica que hay que dejar un espacio para insertar una pajita. Aspirando el aire con la pajita se crea un vacío antes de sellar completamente la bolsa.

Almacenamiento

Una vez ya está la bolsa cerrada, solo queda guardarlo. El paquete debe colocarse en los cajones para vegetales de la nevera, pues, según explica, suele ser de los más fríos. Además, colocándolo en este compartimento se evita la presión de otros alimentos.