Hay cosas que no pasan de moda. El tricot es uno de esos hobbies que todavía se mantienen por su poder relajante y creativo. Y es que gracias a él se pueden crear prendas únicas sin necesidad de invertir dinero en ropa y accesorios. Tan solo se necesita tiempo y ganas puesto que, como todo, la práctica es necesaria para conseguir la malla o lazo que tanto caracteriza a este tipo de técnica. Dos agujas, lana o hilo será todo lo necesario para empezar a tejer. Hoy en día, numerosos tutoriales permiten al usuario aprender tricot (o también conocido como punto) de manera autodidacta, aunque, como no, también existen grupos para, de manera colectiva, intercambiar experiencias y evadirse de la rutina. 

Los entendidos lo llamarán simplemente punto, pero la diferencia es que en ocasiones el punto se realiza manualmente y con el paso del tiempo, gracias al desarrollo de nuevas herramientas, el tricot se realiza a máquina, de ahí las famosas tricotadoras. En definitiva, el punto o tricot viene a ser lo mismo: un arte milenario. Mucho antes de que apareciese la máquina de coser, el tejido de punto a dos agujas era lo más común para crear todo tipo de prendas. Por aquel entonces era una profesión, pero gracias a aparatos electrónicos se fueron reduciendo los tiempos de costura y produciendo en una mayor cantidad. No obstante, los apasionados a la moda todavía siguen utilizando este método para crear ropas exclusivas. 

Todo lo que necesitas 

Para empezar en esta aventura, con la que seguro harás mil creaciones tanto para ti como para regalar, tan solo necesitas dos agujas y lana o hilo. Hazte con un kit básico: cinta métrica, tijeras, marcadores… También necesitarás mucha paciencia al principio, ya que puede que te equivoques o no sepas rectificar una puntada, pero no te preocupes, forma parte del proceso de aprendizaje. Seguro que el punto liso, de cadeneta, punto bajo, punto falso, en círculo… Todos estos nudos te serán desconocidos, pero con un poco de práctica los dominarás todos y podrás hacer bufandas, jerséis, chaquetas, gorros, mantas e incluso calcetines. Echa a volar tu imaginación.

Diversos materiales para hacer prendas de punto. Pexels

Algunos puntos básicos

Punto musgo

Este tipo de tejido mantiene su forma y las orillas quedan pulidas, por lo que se suele utilizar para prendas que no queramos rematar o coser, como por ejemplo para bufandas, mantas o remates de prendas. Se realiza haciendo todos los puntos de todas las pasadas a punto derecho. Cada vuelta de este punto, es decir, dos pasadas, una por delante de la labor y otra por detrás, formará un dibujo de onda. Este punto es el que suele utilizar cuando una persona comienza a tejer, puesto que es el más sencillo, ya que se trabaja siempre igual.

Punto elástico

Consiste en una combinación de columnas tejidas en punto de derecho y del revés. Este punto se ve igual por ambos dados por lo que resulta útil para bufandas. Puede realizarse con varias combinaciones de números de puntos, pero lo más común es usar el mismo número del revés que del derecho. La elasticidad final se ve afectada por el tamaño de las agujas y el ancho de las columnas.

Punto del derecho y del revés

Para realizar el punto del derecho, quien teje debe utilizar la aguja de la derecha para tirar de uno de los lazos de hilo hacia sí a través del punto de la aguja de la izquierda.

Para hacer el punto del revés, debe utilizarse la aguja derecha para tirar de un lazo de hilo por el punto de la aguja izquierda. El resultado es el mismo que si se mira el lado posterior (la cara opuesta) de un punto derecho.

Ejemplo de una bufanda.

Ejemplo de una bufanda. Pexels

Tricot para principiantes

Tejer es una técnica relajante y creativa, nada estresante. Cierto es que existen muchas maneras de tejer y diferentes tipos de puntos, algunos más elaborados que otros, pero para comenzar empezaremos por lo más sencillo. Comienza sujetando el hilo o lana elegida con una mano mientras en la otra haces un lazo pasando el hilo a través de un primer nudo corredizo. Así hasta que hayas formado una cadeneta de la longitud deseada. Después solo tendrás que ir tejiendo hasta crear una especie de malla y darle la forma a lo que desees hacer: una bufanda, jersey… 

Como consejo, empieza haciendo una bufanda para practicar los puntos del derecho y del revés, cerrarlos, montarlos e incluso aprender a cambiar de ovillo. Una vez controlado todo esto, puedes complicarlo aprendiendo nuevos tipos de punto y a hacer cuellos y mangas. Lo que venga después será coser y cantar, aunque practicar es el secreto principal, pero te contamos algunos otros que te servirán de guía para iniciarte en este mundo:

1. Elige la aguja adecuada: Antes de nada, debes de tener a mano el material que utilizarás. Las agujas pueden ser de plástico e incluso de metal y todas ellas vienen numeradas, dependiendo del grosor elegido. Lo ideal, si es tu primera vez, es que comiences por una aguja de 4 a 5mm, ya que de esta forma las agujas serán más fáciles de sostener y se puede ver bien lo que se está haciendo.

2. Elige fibra esponjosa: ¿A qué se refiere este hecho? Al ser principiante las puntadas se rectifican continuamente. El material de poca calidad se deshilacha y el resultado no será bueno. Además, una lana o hilo de buena fibra se trabaja mucho mejor. Por consiguiente, al principio se recomienda un hilo o lana de color claro, para ver mejor las puntadas. 

3 Conoce el grosor de los hilos: Hemos hablado del grosor de las agujas, pero hay que tener también en cuenta que los hilos o las lanas con las que trabajes también tienen una enumeración, porque van desde lo más fino hasta lo más grueso. Te recomendamos que tus primeras veces uses un hilo de tamaño tres o cinco.

4. Opta por un espacio con buena iluminación: Ten en cuenta que el tricot tiene que formar parte de tu tiempo libre, esa franja horaria en la que decides liberarte del estrés. Por ello, se aconseja también elegir un lugar bien iluminado y en el que te sientas a gusto con el fin de evitar tensiones o fatiga visual. 

Una chica haciendo punto.

Una chica haciendo punto. Pexels

5. Evita los giros: Al principio puede que los hilos se enrosquen. Para ello, te aconsejamos que trabajes sin tensión y mantengas holgado el hilo. A base de prueba y error harás grandes creaciones. 

6. Los videos o manuales serán tu mejor amigo: ¿Quién no se ha puesto un tutorial de YouTube para aprender a cocinar? Pues en esta plataforma también hay personas que enseñan diferentes técnicas para tejer, una de ellas el tricot. Si tienes poco tiempo para ir a clases de grupo, siempre puedes recurrir a YouTube o a los manuales de siempre para iniciarte en el mundo. 

7. Practica a diario: Puede parecer un consejo bastante tópico, pero no hay que pasarlo por alto. Si practicas una vez a la semana puede que ya no lo hagas con tantas ganas y que repitas los errores del primer día. Organízate y encuentra un momento cada día para hacer tricot.

Tu primer jersey hecho a mano

Teniendo en cuenta los consejos básicos para principiantes, y los diferentes tipos de puntada, pondremos en práctica todo lo aprendido por todo lo alto haciendo nada más y nada menos que el primer jersey de punto. En primer lugar, pondremos sobre una mesa el material que utilizaremos para hacer nuestra prenda. Coge las dos agujas, la lana seleccionada y… ¡manos a la obra! Empezaremos a tejer la parte delantera del jersey, luego la parte de atrás y por último las mangas. Lo haremos todo por separado y cuando tengamos todos los elementos listos los uniremos. Una vez que tengamos más experiencia haremos todo en uno, pero para ser el primero hay que ir poco a poco.

Ejemplo de un jersey.

Ejemplo de un jersey. Pexels

Toma la medida de tu pecho con una cinta métrica y elige la largura de las mangas para saber también cuánta lana debes comprar. Recuerda: es mejor que sobre que no que falte. Empezaremos haciendo la parte delantera montando los puntos, con un relieve de cinco centímetros. Crea filas y sigue así hasta lograr la largura deseada. Cierra los puntos de los hombros. Una vez hecho esto seguiremos los mismos pasos para hacer la parte trasera, con la misma cantidad de puntos. En este caso cierra los puntos de la axila y los hombros. Para tener las mangas utiliza agujas más pequeñas y crea filas simples. Una vez hecho esto empezaremos a unir todas las partes. Las mangas las coseremos al borde de los hombros y perfeccionamos el escote o cuello que hayamos creado. Corta y asegura la lana al finalizar. ¡Listo! Ya estás preparado para el invierno.