"La política de Defensa, cuestión de Estado", titula su editorial del día La Razón. El mensaje viene a ser que si quieres la paz tienes que preparar la guerra. En este caso, con azucarillo para Pedro Sánchez por haber anunciado que habrá más pasta para armamento y con bofetada a los hippies melenudos que protestan. Lean ahí los socios de dentro y fuera del gobierno: "Por supuesto, no supone sorpresa alguna en unas formaciones que, al menos en Occidente, siempre han hecho gala de un vociferante antimilitarismo, disfrazado de pacifismo, que, curiosamente, se trasunta en prudente silencio cuando son algunos de los regímenes totalitarios de vagas raíces socialistas quienes se arman hasta los dientes".

El editorialista de ABC va todavía más directo hacia los morados. "Podemos, una rémora para la defensa de España", encabeza su diatriba, en la que no deja de mencionar al resto de formaciones descarriadas. Menos mal que el nuevo PP vendrá al rescate: "Para Sánchez, lo peor del asunto es que sus socios parlamentarios piensan igual que Podemos, de tal forma que tendrá que contar con la responsabilidad de la oposición para que vea la luz una medida inaplazable para la seguridad del Estado, visto lo visto en Ucrania. Esa es la consecuencia de meter en el Gobierno a quien tan poco le importa España".

En El Debate, la idea es la misma, aunque el amanuense va un paso más allá y reclama que se expulse del gobierno a los ministros que se oponen a gastar más en artilugios bélicos: "Un Gobierno serio no puede permitirse nunca, pero menos en unas circunstancias tan delicadas, mantener en su seno a unos ministros que desprecian al Ejército; denigran la seguridad nacional y auxilian, con todo ello, a los enemigos de Occidente, más dispuestos que nunca en décadas a minar el sistema de derechos y libertades que le caracteriza. Mantener en el Gabinete a Podemos avergüenza a España y define el tipo de presidente que tenemos".

Lo de arriba era el editorial, que venía apoyado en una crónica de Ana Martín que arranca con este neutral y nada tendencioso párrafo: "La criatura a la que dio vida Víctor Frankenstein en su laboratorio acabó rebelándose contra su creador. De igual forma, la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez se le está amotinando. Y en un momento crítico para el presidente, en medio de la invasión de Ucrania y la crisis energética que asola la economía europea".

De aquí al punto final les serviré un variopinto tutifruti que comienza con la enésima andanada de La Razón al presidente de la patronal española. La obsesión de Francisco Marhuenda no conoce límite. Lean el contenido íntegro de la sección llamada El Submarino: "El presidente de la organización patronal, Antonio Garamendi, se enfrenta a un final de mandato movido. Es, según fuentes de CEOE, el resultado lógico de la forma en que el «chico de Neguri», como le tildan algunos, ha llevado las riendas de la asociación. Y es que Garamendi ha conseguido unir en su contra a una oposición de lo más dispar con un eje claro: ponerle de patitas en la calle. Ni siquiera los fichajes de la exministra Bañez y añadidos han logrado levantar el vuelo gallináceo de su gestión. Y Feijóo, caballo ganador en las apuestas por el mando en el PP, también ha recibido aviso sobre la escasa fiabilidad del aristócrata consorte, experto en acudir en socorro del vencedor". Habrá más, ya se lo digo yo.

En Vozpópuli, José Alejandro Vara muestra su felicidad por el brillante futuro que le aguarda al PP con Feijóo al mando y Díaz Ayuso alineada al carro. Tras comparar al gallego con Tony Curtis y a la madrileña con Marilyn Monroe, se le va el freno en el requiebro (un tanto machistón) a la lideresa: "Ayuso, una de las heroínas más atractivas de nuestro panorama político, "es una mujer joven, hermosa, con instinto, básicamente buena, de una audacia inusual y de una inteligencia reconocida", como escribió Nabokov sobre Anna Karenina".

El Mundo muestra su felicidad porque uno de sus columneros le ha mojado la oreja a determinado empresario mediático: "El periodista Federico Jiménez Losantos ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de Barcelona tras la demanda de Jaume Roures por supuesta intromisión ilegítima en su derecho al honor en una columna publicada en El Mundo y un comentario editorial en su programa de radio. La libertad de expresión no va desde luego con el presidente de Mediapro".

Y en La Razón, el júbilo incontenible es por récord Guinness de la cruz del Valle de los Caídos. Un éxito de los nostálgicos del bajito de Ferrol: "La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos y la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel -que litiga en Tenerife por un conjunto escultórico de Juan de Ávalos- han conseguido la certificación del Guinness World Records (GWR) que «verifica y otorga» a la Cruz de la Basílica del Valle de los Caídos el reconocimiento como la «cruz más grande del mundo», con 152,4 metros de altura". No se quejarán de la variedad.