VIRTUALMENTE dimitido primer ministro de Italia: Reconozco que no estoy demasiado al corriente de los pormenores que le han llevado a dar el puñetazo encima de la mesa, pero le alabo el gesto. Como usted sabe, lo corriente es que los mandatarios se atornillen a la poltrona y hagan lo posible y lo imposible para durar un día más en el cargo; ahí tiene a su colega del Reino Unido. Su caso, de hecho, es todavía más inusual. No es solo que prácticamente nadie le haya pedido que se las pire, sino que son mayoría, desde el presidente de la República hasta la Comisión Europea, los que le ruegan que se quede. Ahora se ha dado hasta el miércoles para tomar la decisión final. Le honraría mucho que fuera capaz de mantenerla.