Obispo de la diócesis de Bilbao: Aplaudo y celebro el paso adelante de la Iglesia de Bizkaia al patrocinar y acoger en el Museo de Arte Sacro la estremecedora exposición Shame-Vergüenza, que muestra los rostros de víctimas de abusos sexuales y otras violencias en la infancia de toda Europa, sin obviar que, en muchos de los casos, los victimarios eran religiosos. Ahí sí se ve la vocación de no escurrir el bulto. Qué diferencia, por quedarnos en lo cercano, con el obstruccionismo del obispado de Iruñea que ayer mismo denunciaba una víctima en las páginas de Diario de Noticias de Navarra o con las palabras de su colega en Gipuzkoa, casi exculpatorias hacia un tristemente célebre pederasta local con casulla. Ojalá cundiera el ejemplo.