Cómico que acaba de dejar este mundo a los 76 años: Anoto, en primer lugar, mi desconexión respecto a usted en los últimos años. A tal punto, que no tenía la menor idea de que ahora era conocido como Paco Arévalo, así que, cuando leí la primera alerta del móvil sobre su muerte, pensé que se trataba de otra persona. Bien es cierto que jamás lo tuve entre mis humoristas de cabecera. Al contrario.

Incluso en esa época en que triunfaba lo más zafio a la hora de sacarle una sonrisa al personal -Pajares, Esteso, Barragán, Marianico el corto...-, el humor que practicaba usted con gran éxito y miles de remedadores me resultaba especialmente desagradable. Jamás le encontré la gracia a sus imitaciones de los que llamaba gangosos ni a las casposas parodias de homosexuales. En todo caso, descanse en paz.