John Isner gana tras once horas el partido más largo de la historia del tenis
LONDRES. El estadounidense John Isner fue el ganador del partidomás largo de la historia del tenis, concluido hoy tras once horas ycinco minutos y después de que anoche fuera aplazado por falta devisibilidad cuando ya había batido el récord, con diez horas.
Su rival y compañero durante la larga hazaña fue el francés NicolasMahut, quien acumuló 68 juegos frente a los 70 del estadounidense en elquinto set, cuya duración total alcanzó los 491 minutos.
Se requirieron tres días para decidir el vencedor de este encuentro:Isner, que se clasificó para jugar en segunda ronda ante el holandésThiemo De Bakker.
Hasta ayer, el partido más largo era el que jugaron losestadounidenses Greg Holmes y Todd Witsken en un segunda ronda deWimbledon en 1989, que también tuvo que disputarse en tres jornadasdistintas y duró cinco horas y veintiocho minutos.
Isner y Mahut superaron además, con creces, los 112 juegosdisputados entre los estadounidenses Chalie Pasarell y Ricardo AlonsoGonzales -"Panco"-, en un partido de primera ronda, como éste, en 1969,también en Wimbleon.
Éstos sumaron un total de 138 sólo en el quinto set.
El número de "aces" o saques directos acumulado a lo largo delpartido, 215, fue otro de los récords alcanzados por Isner y Mahut, quese enfrentaba por segunda vez en su carrera.
La otra ocasión tuvo lugar en un partido de segunda ronda del torneode Queen's, también sobre hierba, en 2008, cuando ganó Nicolas Mahutpor 7-5 y 6-4.
Estos dos jugadores tenían anotados dos sets cada uno cuando elmartes por la noche, día en que comenzó el duelo, el All England Clubdecidió suspender el partido por falta de luz y justo antes delcomienzo del quinto set.
Al reanudarse el miércoles ese enfrentamiento, nadie esperaba poder presenciar un hito histórico.
El asombro y la expectación creció conforme se acercaba al récord dejuegos disputados en un quinto set de un enfrentamiento en el SW19,cuando el italiano Pietrangeli y el yugoslavo Pilic ofrecieron un totalde 46 (24-22) en un segunda ronda, también de Wimbledon, en 1962, perolo que vendría después sería mucho más que todo eso.