pamplona. En su debut como entrenador, Iñaki Zabalza, tras toda una vida dedicada al waterpolo como jugador, ha logrado el ascenso a la máxima categoría con el UPNA 98 02, equipo cuyo nombre hace referencia a los años de creación del Club Waterpolo Navarra masculino (1998) y al equipo femenino (2002). Lo consiguió el sábado pasado y todavía no se lo cree. Eso sí, aún le queda un objetivo esta temporada: terminar en primera posición.
Ya habrán asimilado el éxito que lograron el sábado.
Bueno, todavía no. Aún estamos un poco en una nube, pero estamos muy contentos.
No esperarían a principio de temporada estar ascendidos a dos jornadas de que termine la Liga.
No lo pensábamos, pero conforme fuimos haciendo bien las cosas empezamos a ver el ascenso como un objetivo asumible. Incluso lo pudimos conseguir una semana antes si hubiéramos ganado al Sant Feliú.
Es bonito celebrarlo en casa.
Es un añadido. Celebrar un ascenso en casa, con tu gente, es mucho más bonito que hacerlo fuera.
¿Pudieron concentrarse durante la semana sabiendo que si ganaban al colista subían?
Ha sido una semana especial, porque había euforia y la gente estaba muy animada, pero a pesar de que era el colista teníamos que tener los pies en el suelo. Por respeto a nosotros mismos y sobre todo al contrario había que afrontar el partido a muerte. Sabíamos que si hacíamos las cosas medianamente bien éramos superiores y así lo hicimos; ganamos el partido con mucha comodidad.
¿Qué se vivió en el vestuario al finalizar el partido?
La gente estaba muy contenta, feliz. Yo me quedo con la cara de felicidad de las chicas. Lo celebramos en la piscina y después hicimos una pequeña cena que se alargó hasta altas horas de la madrugada.
¿Cuándo empezaron a pensar realmente en el ascenso?
No sé cuándo exactamente, porque el objetivo al principio era mantener la categoría. Viendo la clasificación de las temporadas anteriores y las bajas que se habían producido, era el objetivo número uno. Pero con el transcurrir de las jornadas vimos que se podía luchar por el ascenso, aunque yo he huido en todo momento de esa palabra.
¿Sabía que la plantilla tenía tanto potencial?
Cuando cogí el equipo no estaba muy puesto en waterpolo femenino. Intenté ponerme al día rápidamente y vi que había bastantes bajas y un salto importante de edades entre las jugadoras. No sabía que había realmente este potencial, me ha sorprendido muchísimo.
Y además, con una plantilla con mayoría de jugadoras navarras.
Quitando las dos puertorriqueñas, Amanda José Ortiz y Paola Medina, y Esther González, que es de Bilbao pero lleva cinco años aquí, todas las demás son navarras.
Tiene su mérito en una comunidad con tan pocas licencias en waterpolo femenino.
Sí. Aunque tiende a subir bastante el número de licencias seguimos siendo muy pocos. Hay muchas más licencias masculinas que femeninas. Por eso tiene bastante más mérito hacer lo que hemos hecho.
¿Puede suponer este ascenso un punto de inflexión?
Ésa es una de las intenciones, a ver si con este pequeño éxito conseguimos que la gente se enganche y que gente de poca edad se apunten a las escuelas de Guelbenzu y Aranzadi y empiecen a practicar waterpolo.
¿Qué han aportado las dos jugadoras puertorriqueñas?
Nos han dado un salto de calidad importante, tanto deportivamente en el agua como en seriedad, disciplina. Marcan la diferencia, ha sido muy fácil trabajar con ellas y han aportado muchísimo al grupo.
¿Hay plantilla para aspirar a mantenerse en la máxima categoría?
El objetivo, sea cual sea la plantilla, sea ésta o haya refuerzos, ha de ser la permanencia, porque el salto a División de Honor es grandísimo y nos enfrentamos a clubes enormes, con mucha masa social detrás y presupuestos grandísimos.
¿Podrán mantener a las extranjeras?
Nos gustaría, pero aún es pronto. Han hecho una buena temporada y seguro que tienen ofertas de algún equipo nacional, que sabemos que les ha seguido. La temporada empieza en octubre y queda mucho. Aún es pronto, pero hay que ir dando pequeños pasos, porque aún no sabemos qué presupuesto tendremos.
Vendría bien un patrocinador.
Me consta que la junta directiva está trabajando muchísimo en buscar recursos. A ver si tenemos suerte y encontramos algún pequeño patrocinador, que nos vendría de perlas.
No se conforman con el ascenso. Quieren acabar en la primera plaza.
Sí, porque hemos sido líderes todo el año y sería una pena no mantener esa plaza. Es mucho más bonito subir como campeones que como segundos. Además, hasta este año subía el primero y promocionaba el segundo, y no queremos que digan que es que como ese año subían dos... Nos quedan dos partidos. Si los ganamos acabaremos primeros.
¿Hay cantera por detrás?
Sí, se está trabajando muy bien. César García además de ser segundo entrenador lleva el equipo cadete y están trabajando de maravilla. De hecho nosotros hemos jugado con diez jugadoras absolutas y el resto han sido cadetes de 15 años. Al hacer buenos resultados hemos podido dar minutos a estas jugadoras.
En waterpolo femenino la potencia también es Cataluña.
Sí. En División de Honor hay seis catalanes, tres madrileños, uno de Zaragoza, uno de Sevilla y nosotros.
Sorprende que Navarra tenga un equipo masculino y otro femenino en las máximas categorías.
Dice mucho de cómo se está trabajando el waterpolo aquí. Conseguir estos resultados con tan pocas licencias da que hablar en Barcelona y en Madrid, aunque seguimos siendo una pequeña isla.
¿Qué diferencias ve entre el waterpolo masculino y el femenino?
Las hay en cuanto a fuerza y velocidad, pero la mujer en lo técnico y táctico no tiene nada que envidiar al hombre. Y más ahora que ya se empieza a trabajar exclusivamente con las chicas en waterpolo desde pequeñas, porque hasta ahora empezaban a jugar cuando dejaban la natación.
¿Cómo valora su primera experiencia como entrenador?
Ha sido genial. También me han dado parte del trabajo hecho, porque había gente de mucha calidad en este equipo trabajando con César otros años, y el compromiso de las jugadoras ha sido de 100%. Ha sido muy fácil llevar a este grupo.