Un nutrido grupo de ultras violentos procedentes de distintos puntos de Polonia se desplazaron a Madrid el pasado miércoles con motivo de la disputa del partido de Champions League entre el Real Madrid y el CSKA en el estadio Santiago Bernabéu. Infiltrados entre los seguidores rusos, su deseo era buscar un enfrentamiento con los Ultra Sur, los seguidores radicales del Real Madrid, según detectó la Policía, que incluso practicó cuatro detenciones, entre ellas la de uno de los cabecillas.