SAN SEBASTIÁN - Rafa Iglesias, favorito de la Behobia 2014...

Bueno, eso hay que ganárselo.

Quizás lo sea porque ha renunciado al Maratón de Donostia. Esta es ahora su prueba estrella de la temporada.

-La Behobia iba a ser la prueba estrella de todas todas. Desde que renuncié al maratón todo el mundo me dice lo mismo. “¿Qué pasa, que no te veías?”. A ver, yo tengo un trabajo. Para preparar maratones me suelo coger excedencias. Pero estamos hablando de una disciplina dura e injusta. Hace un año sacrifiqué todo el invierno para preparar el Maratón de A Coruña y lograr la mínima para el Europeo. El crío me pegó un catarro a pocos días de la prueba y no conseguí el objetivo. Ahora me voy a centrar en distancias más cortas, en coger más chispa, más velocidad, y ya llegará el día de intentar hacer una buena marca en maratón.

¿Para ir a Río?

-Sí. No me quiero retirar sin ser olímpico. Si no lo consigo, soy capaz de meterme en la maleta de alguno y plantarme en Brasil.

Por todo eso le comentaba lo de su favoritismo. Quizás sea el atleta de preparación más específica para 20 kilómetros.

Vamos a ver. Yo espero que tanto Pablo Villalobos como José Carlos Hernández den guerra. Pero también es cierto que llego bastante bien. Otra cosa es cómo salgan las cosas. Porque aquí el objetivo no es lograr una marca, es ganar. Igual corres mucho, pero si el rival corre más, por muy buena carrera que hagas, la temporada ha sido un fracaso.

El público se ha enterado de que viene Rafa Iglesias a la Behobia y se ha puesto a comprar paraguas.

-(Risas) Gané en 2009 y 2010 con dos días muy desapacibles. El mal tiempo convierte la carrera en más épica, pero yo estoy deseando conocer Gaintxurizketa con sol y 20 grados. Ya he echado un vistazo a los pronósticos y parece que me voy a quedar con las ganas.

Aún así, todo aquello le mereció la pena, ¿no?

-Claro. Los dos sitios donde más querido me siento son mi tierra Salamanca y Donostia. Para mí, la Behobia es la mitad de mi carrera deportiva. Cuando la gané por primera vez ya tenía algo con Adidas, pero mi club era el Guadalajara. Había sido mundialista y campeón de España de maratón, pero aquel triunfo me supuso el reconocimiento del público y firmar exclusivamente por Adidas, con un contrato que me permitió dejar de trabajar por un tiempo. - M.R.