donostia - La edición de la Behobia que tendrá lugar el próximo domingo no solo resultará especial por suponer la 50ª. También lo será gracias a la nutrida presencia femenina en el pelotón de corredores. Y es que, por primera vez en la historia de la prueba, el porcentaje de mujeres en la línea de salida superará el 20%, alcanzando concretamente el 20,38%. La fiebre por el running, un fenómeno con apenas unos años de antigüedad, también ha alcanzado, afortunadamente, a la población femenina, algo de lo que esta carrera es un fiel reflejo. Hace solo una década, apenas un millar de mujeres se atrevían a completar los 20 kilómetros que separan Behobia del Boulevard donostiarra. En tan solo diez años, la cifra de mujeres participantes se ha multiplicado por seis, hasta las 6.100 que apuran estos días su estado de forma de cara a la cita del domingo. Todas ellas están de enhorabuena.

Lenta pero firme escalada

Por Arantza Rojo y Carmen Diez Mintegi

en esta edición de la Behobia-San Sebastián, 6.100 mujeres han realizado su inscripción para participar en la carrera el próximo domingo. Este número supone que se ha conseguido superar el 20% de participación femenina (20,38% exactamente), un objetivo que se veía lejano hace tan solo diez años: en la edición de 2003 apenas se consiguió superar el 10%. Fueron entonces 1.050 mujeres las que tomaron parte en la prueba.

Es interesante también observar que el incremento se está dando paulatinamente, si observamos las distintas procedencias de las corredoras, que ilustran bien los procesos y las diferencias entre los colectivos más numerosos de la carrera.

No tenemos una explicación exacta de por qué la participación de las mujeres de Bizkaia o de Nafarroa es más baja que la media y, al contrario, las cifras de Catalunya y Francia la superan ampliamente. Lo que sí sabemos es que el incremento necesita de acciones y programas específicos, y también que la participación paritaria de las mujeres, en cualquier faceta de la sociedad, no se produce de forma espontánea sino que es una consecuencia de acciones personales y grupales y de políticas a favor de la igualdad.

La organización de la Behobia, sensible a este tema, estudió en su momento las iniciativas que, para el incremento de la participación femenina, se habían puesto en marcha en el Medio Maratón de Göteborg (Suecia), que en su edición de 2008 había alcanzado el 29%. Como resultado de esas gestiones, ese mismo año se puso en marcha la iniciativa Heuk Proba Izan (Pruébalo tú misma), que consistió en promover que grupos de mujeres, en distintas localidades de Gipuzkoa, entrenaran bajo la supervisión de una persona experta, fijando objetivos de puesta en forma y de participación, de menos a más, en distintas carreras. Se organizaron así grupos en Donostia, Hondarribia, Irun, Tolosa... y la experiencia resultó todo un éxito. Hace ahora dos años, ese proyecto se transformó en lo que hoy en día es la sección de atletismo del Club Deportivo Fortuna, integrada por más de 125 mujeres. No se trata tanto de competir a gran nivel -que también- como de abrir caminos y facilitar los cauces que nos acerquen a las cifras de participación de países a los que sanamente envidiamos.

Quedar para entrenar dos o tres veces por semana, participar en distintas pruebas, no solo en las cercanas, sino organizando salidas por Europa (París, Roma, Lisboa...) han convertido esa actividad en algo más importante en sus vidas. El ejercicio, el bienestar físico, el ocio, la propia superación y la libertad son algunos de los aspectos que ellas mismas destacan como algo que ha pasado a formar parte de su cotidianidad y que no están dispuestas a perder. No es casual que dos artículos que se han publicado en la revista oficial de esta edición traten sobre el correr y las mujeres. Aunque cada uno de ellos trata de temas y lugares diferentes, ambos comparten un mismo elemento: las dificultades y la larga carrera de obstáculos que las mujeres deben superar, en muchas ocasiones, para poder disfrutar de momentos de ocio y para poder hacer actividades que parece no les corresponden, porque esas actividades están o han estado unidas exclusivamente al mundo masculino.

Hace más de un siglo que en Occidente la mujeres comenzaron a realizar actividad deportiva; sin embargo, las prohibiciones -como la de participar en los Juegos Olímpicos- o las recomendaciones médicas que proclamaban lo perniciosas que esas actividades eran para ellas, frenaron ese impulso. Ha habido que esperar mucho tiempo para que volviera a surgir un movimiento de reivindicación y de actividad deportiva femenina. Según el contexto -no tenemos más que detenernos en el específico Estado español-, ese movimiento se retrasó muchas décadas.

Los motivos de la menor participación de las mujeres en la actividad deportiva son varios y tienen que ver con lo social y lo personal. Muchas veces no suele importar que las niñas abandonen el deporte a partir de una edad (12-14 años), algo que no se percibe de la misma manera en los chicos. Por otro lado, las exigencias del modelo de feminidad imperante en la actualidad (delgadez, melenas impecables, maquillaje etc...) no parecen ser compatibles con correr, sudar y mostrar extremidades musculosas o cuerpos no ajustados al exigente canon imperante. Una de las formas de cuestionar esos modelos es buscar, promover y hacer visibles otros que rompan con ese ideal único de belleza, y ese fue uno de los objetivos del proyecto Heuk proba izan, que ahora se integra en la realidad de miles de mujeres guipuzcoanas, corriendo y haciéndose visibles en el espacio público.

La biología no es destino. Somos lo que hacemos. Correr en compañía o en solitario es una de las maneras de ser libres y autónomas, además de convertirnos en protagonistas. El ocio activo tiene como efecto mejoras físicas evidentes pero también, en el aspecto psicológico y social, proporciona autoestima, satisfacción, nuevas socializaciones, ruptura de estereotipos y promoción de nuevos modelos más reales y cercanos.

Todavía está muy extendida la opinión de que a las niñas, a las jóvenes y a las mujeres en general no les gusta la actividad física. No está nada claro que así sea, pero si lo fuera habría que analizar las causas y cambiar esa actitud, para que las mujeres también se beneficien de las bondades del deporte.

Las seis mil corredoras que cubrirán los 20 kilómetros desde Behobia hasta Donostia son seis mil modelos para otras mujeres y jóvenes; modelos reales este 9 de noviembre y también durante el resto del año, cuando recorran, entrenando o compitiendo, las calles de sus ciudades y pueblos.

Carmen Diez Mintegi, antropóloga y profesora de la UPV/EHU, y Arantza Rojo, antropóloga, socióloga y responsable de comunicación del Club Deportivo Fortuna.