pamplona - Este entrenador manchego llegó a Pamplona ilusionado con el proyecto del equipo de voleibol de la ciudad, en la capital navarra ha encontrado un lugar cómodo para vivir y una gente muy pasional de la que destaca su garra y contundencia.

¿Qué diferencias ve entre Pamplona y Albacete?

-En lo primero que te fijas es en el clima, que es diferente. En Albacete el clima es más seco, en Navarra hay una mayor humedad, sobre todo en la zona norte. Pamplona es algo más grande, pero a nivel de vida son bastante parecidas.

¿Conocía algo de Pamplona antes de venir o solo los tópicos?

-Solo los típicos tópicos, y la verdad es que me ha agradado mucho desde que llegué, tiene mucha actividad diaria y es una ciudad muy cómoda para vivir.

¿Le sorprendió algo en especial al llegar?

-Creo que se pueden diferenciar dos ciudades diferentes, una que es la de la parte antigua y otra la que es la zona más moderna con sus peculiaridades, pero me quedo con la grata sorpresa de la gente desde el principio.

¿Tiene ya algún lugar preferido para sus ratos libre?

-Suelo pasear por muchos sitios de la ciudad, pero no tengo aún uno preferido.

En alguna ocasión ha declarado que ve Pamplona como una ciudad con corazón, ¿por qué?

-Porque su gente es muy pasional, al menos con la gente que yo he tratado así es. Ponen mucho entusiasmo en lo que hacen y lo transmiten y creo que es algo muy positivo.

¿Ha notado entonces ya el carácter típico de la zona?

-Sí, la gente es dura, pero me parece algo bueno y bonito, la gente es mucho más echada para adelante y creo que esto habla bien de la gente.

En las jugadoras ve ese espíritu.

-En el primer equipo solo cuento con una jugadora nacida aquí, Jaione. Hay algunas que llevan años viviendo en Pamplona y también se les ha pegado algo, en Jaione se ve muy claro ese carácter tan navarro que tiene.

En su vestuario cuenta con jugadoras de diferentes nacionalidades, con carácter diferente, ¿cómo se gestiona un equipo así?

-En ocasiones es más sencillo y en otras se complica la cosa. No tanto por el tipo de personas diferentes que convivimos, sino por las horas que pasamos juntos y los meses. Es mucho tiempo el que compartimos y en ocasiones es más llevadero, en especial cuando las victorias acompañan, pero también hay momentos malos. Es muy difícil que en una temporada no haya un momento de roces o en el que tengamos ideas diferentes, ya sea entre jugadoras o con el propio entrenador.

Ha entrenado tanto a hombres como a mujeres, ¿qué diferencias ve de comportamiento en la alta competición?

- En lo táctico hay diferencias más visibles en el voleibol, pero en cuanto a gestión de vestuario hay diferencias claras entre el comportamiento de hombres y mujeres y hay que llevarlo de una manera diferente.

¿Esa gestión pasa por la preparación mental de la plantilla?

-Sí, pero al final todos los equipos buscan unas características similares: un alto nivel de confianza, de concentración y de trabajo para llegar lo mejor preparados a los partidos.

¿Fue jugador en algún momento? ¿Dónde se sufre más, en el banquillo o en la cancha?

- Sí, lo fui, pero muy malo (risas). Creo que el entrenador, como en otros deportes, sufre mucho porque no quema adrenalina. Siempre lo comparo con la jugadora líbero del equipo. Es una posición en la que solo defiende, recibe pelotazos, tiene que entrar y salir. En ningún momento puede sacar toda esa tensión que tiene dentro, la única manera que tiene de sacar toda la rabia y la energía interior es en la celebración de los puntos conseguidos. A los entrenadores nos pasa algo parecido. No le pegamos al balón, no sudamos, no saltamos. Gritamos y nos movemos y desde fuera vemos las cosas de una manera más objetiva que desde dentro y es un sufrimiento mayor.

¿Qué es lo que más le gusta de ser entrenador? ¿Y lo que menos?

-Lo que menos me gusta son los problemas que se pueden generar a nivel interno, esos roces que suelen existir dentro de la plantilla. También esos momentos en los que te comunicas con una jugadora y no eres capaz de que os entendáis o no saber hacer entender el por qué de un planteamiento para el partido. Lo más positivo es que al final yo hago lo que más me gusta, me siento muy feliz de poder hacer lo que más me gusta cada día.

¿Es un hombre de cantera?

-Me gusta seguir a las jugadoras que juegan en las categorías inferiores, lo que ocurre es que ser un hombre de cantera no implica que todo tu equipo se forme de jugadoras del filial. Primero se tienen que dar una serie de condiciones en la cantera para que ellas puedan dar el salto al primer equipo.

¿Qué cree que aportan esas personas jóvenes a un equipo?

-Ante todo ilusión. También entrega y sacrificio, que a lo largo de los años son aspectos que se van perdiendo. La ilusión por ir a entrenar y por ir a jugar ya no es la misma y la gente joven te puede dar esas cosas: ganas de aprender.

Hablando de cantera, ¿qué consejo daría a una persona que empieza en el deporte?

-Si es joven, sobre todo que disfrute, que se lo pase bien y se divierta cuando empieza. Que capte los valores que se dan en el deporte porque son valores que no se dan en otros ámbitos de la sociedad y ayudan a formar a la persona. Creo que una de las cosas más importantes es que no dejen los estudios, que se sigan formando. Si algún día están capacitados para jugar como profesionales, también tendrán una formación académica que les complementará.

¿Es seguidor de fútbol? ¿Cuál es su equipo preferido, y su jugador?

-Sí, lo soy. Siempre he seguido al equipo de mi tierra y soy simpatizante del Real Madrid. De todos los jugadores que he visto, el que más me ha gustado ha sido Zidane. Laudrup también me gustó mucho en su paso por el Madrid y el Barça, y de los últimos años Xavi Hernández ha estado espectacular.

De entrenador a entrenador, ¿con quién se queda: Ancelotti, Luis Enrique o Simeone?

-Creo que cada uno tiene su aspectos positivos. Ancelotti cuenta con mucha experiencia. Su paso por grandes clubes y su trayectoria. Además la gestión realizada porque ha sabido llevar vestuarios con grandes estrellas y es de admirar. De Simeone me quedo con la garra que tiene y que transmite, el sacrifico, la entrega, el esfuerzo, la lucha. Él es capaz de hacerlo llegar a sus jugadores y eso no es fácil. Luis Enrique está sabiendo poner en práctica sus valores como jugador, tanto en el Barça B, como en la Roma, como en el Celta y ahora de vuelta. Una mezcla de los tres entrenadores sería lo perfecto.

Simeone, con esa garra, ha conseguido dar un giro a la liga, establecer un cambio. ¿Podría ser un símil con lo ocurrido en Grecia, que sea un cambio para más países o lo ve como un hecho aislado?

-La verdad es que no lo sé, pero podríamos verlo en futuras elecciones de otros países. En Grecia se ha podido ver el descontento que existe en la población contra los dirigentes y las quejas que tiene la sociedad.

Y en España, ¿ve el cambio? ¿Qué futuro le vaticina a Podemos?

-Si nos ceñimos a las encuestas, estas dicen que siguen creciendo y que es una de las primeras fuerzas políticas. Creo que Podemos ha sabido recoger mucho descontento de la sociedad en los últimos años, de una ciudadanía que tiene una alta tasa de paro, con gente que no llega a final de mes, crisis en todos los aspectos. Al recoger todo ese malestar de la sociedad ha tomado fuerza.

Volviendo un poco al fútbol, ¿qué le parece el show espectáculo en el que se ha convertido la Liga?

-El otro día hablaba con otros miembros del club de cuando solo veíamos el partido del sábado por la noche en la dos, después empezamos a ver un partido el domingo. Esto fue evolucionando hasta ver todos mediante pago. Ahora no conozco el número de partidos que se ven en abierto cada semana, yo no digo que sea algo malo, pero personalmente me satura tanto fútbol y eso que soy seguidor de ese deporte.

Esta presencia tan grande del fútbol en televisión quita espacio a otros deportes, ¿cómo cree que podría solucionarse?

-Es un tema complicado, las televisiones retransmiten lo que más vende. En este momento el fútbol es lo que más vende, al tener tantas horas de televisión capta adeptos desde muy pequeños y la demanda se mantiene y crece. Esto, efectivamente, quita tiempo a deportes más minoritarios y no se si estos podrán tener algún día la repercusión necesaria para que la gente los viese. Es una gestión compleja, pero yo veo que en la actualidad estamos saturados de lo mismo.Ahora que están tan de moda las leyes antiviolencia, ¿qué opinión tiene respecto a ellas?

-Creo que deporte y violencia nunca deberían ir acompañados porque son cosas totalmente distintas. Cuando intentamos buscar justificación a actos que no tienen que ver con deporte están fuera de lugar.

Dejando a un lado la Primera División, ¿sigue las andaduras del Albacete por Segunda?

-Sí, además este año coincide con Osasuna así que lo sigo de cerca.

¿Cree que lograrán mantenerse este año?

-Ahora les está tocando luchar por salir de abajo. Creo que al final echarán el resto y conseguirán seguir en Segunda un año más.

¿Sigue a Osasuna o todavía no le han contagiado la locura rojilla que hay en la ciudad?

-Lo sigo, lo bueno que tiene Pamplona respecto a otras ciudades es que es una ciudad muy volcada con su equipo. En otros lugares donde he vivido los equipos no tienen ese seguimiento social porque aquí todo el mundo se siente muy de Osasuna.

¿Qué le parece la situación actual del club?

-Tras el descenso se está usando más gente de cantera. Entonces se demuestra que esa cantera hace las cosas bien para que estos chicos puedan entrar en el primer equipo. Si ellos no estuviesen preparados para ello, no contarían para el entrenador. La situación económica por la deuda no la conozco y creo que es algo más complicada, pero mientras se siga usando a la cantera es porque está capacitada para ello.