pamplona - No todo fue Maitane Melero en Valencia. Al oro de la corredora se sumó el bronce de la navarra Izaskun Turrillas en salto de altura.

Una presea con mucho mérito, no solo por conseguirla, sino por la manera de hacerlo. “Es una medalla que me sabe a muchas cosas”, recalca la protagonista que llegó a la ciudad del Turia con muchas dudas sobre sus opciones en la competición. “No había empezado muy bien la temporada de pista cubierta, iba a pasármelo bien”, cuenta. Y cuando te lo pasas bien, suceden las mejores actuaciones.

Turrillas saltó 1,75 metros, marca que le valió para subirse al tercer cajón del podio. La del Grupompleo reconoce que fue un concurso en el que sus rivales no estuvieron finas del todo. “Hay un factor suerte porque no estaba nada claro. Estábamos cuatro personas en tres o cuatro centímetros”, manifiesta la protagonista.

La joven de 24 años tiene por delante un prometedora carrera, ya que, en la temporada pasada -mayo de 2017- firmó su mejor marca personal con un salto de 1,80 metros.

Izaskun destaca que tiene más dificultad que otras atletas porque se tiene que preparar para la pista cubierta entrenando al aire libre y, con la climatología de Pamplona, a veces le resulta complicado. “El lunes miro el tiempo de la semana para elegir los días de entrenamiento y el resto hago físico”, cuenta la atleta.

Un bronce que, unido al oro de Maitane, redondea una buena actuación de los atletas navarros en el Campeonato de España de pista cubierta. El atletismo foral, pese a las dificultades, sigue siendo sinónimo de éxito.