Inclusión, compañerismo, respeto, juego limpio e integración. Estos valores tuvieron representación física en la entrega de los Premios Valores del Deporte en Positivo, que tuvo lugar ayer por la tarde en el Navarra Arena. Los premiados fueron Olaia Blanco (deportista femenina), Deyman Danielov (deportista masculino), Ander Ezquerra (estamento arbitral), Adrián Alonso (estamento técnico) y el Club Deportivo Lezkairu (entidades deportivas). Los galardones fueron entregados por la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, y el director gerente del Instituto Navarro del Deporte, Miguel Pozueta.

El valor de la inclusión estuvo protagonizado por Olaia Blanco Torres, una deportista de 13 años con síndrome de Down que forma parte del equipo alevín de natación sincronizada Berriozar Sinkro. La joven, que afirmó estar “muy contenta”, es la primera niña con esta discapacidad que forma parte de un equipo de este deporte. Su entrenadora, Miriam Insausti, afirmó que “lo mejor es ver la felicidad y la sonrisa de Olaia cada vez que viene a entrenar con unas compañeras que disfrutan con ella”.

El compañerismo lo personalizó Deyman Danielov Georgiev, atleta de 16 años del Club Atletismo San Adrián que portó una camiseta en honor a su amigo Hamza, un joven que murió en octubre del año pasado por un accidente de tráfico mientras iba a trabajar en bicileta. “Hamza era el amigo que todo el mundo quisiera tener, siempre te ayudaba. Tanto dentro como fuera de la pista era una buena persona”, aseguró.

El árbitro Ander Ezquerra Ucar fue el representante del respeto y juego limpio. El colegiado de Tercera y Segunda RFEF y profesor de secundaria arbitra también en fútbol base, donde intenta aplicar una metodología pedagógica para transmitir valores de respeto y juego limpio. “Es triste que estén normalizados ciertos insultos y conflictos que se ven en fútbol base, que es donde más episodios desgradables ocurren”, comentó. Sin embargo, Ezquerra cree que “las cosas mejoran” y que “con tiempo y pedagogía, las mañanas de los fines de semana irán siendo más tranquilas”.

Para juego limpio, el que demostró Adrián Alonso Martínez con su equipo cadete del San Juan de fútbol sala en las semifinales de copa. En la ida de la eliminatoria, los de Alonso consideraron que ganaron injustamente por decisiones arbitrales, por lo que en la vuelta se dejaron marcar un gol. Al final, pudieron pasar a la final y ganaron la competición. El técnico de 22 años aseguró que el premio pertenecía también a su hermano David, su compañero en el banquillo. “Ahora imagino que los chicos se fijarán más en la victoria, pero esperamos que en el futuro echen la mirada hacia atrás que sean conscientes del gesto que tuvieron con el rival”, dijo Adrián.

Por último, la integración la encarnó el Club Deportivo Lezkairu, puesto que, según apuntó el jurado, “acoge e integra a deportistas de procedencia extranjera en sus equipos, con el objetivo de utilizar el fútbol como medio de integración intercultural y social”. Su presidente, Michel Izura, anunció otra pretensión: “Vamos a intentar sacar equipo femenino desde la temporada que viene. Tenemos tres chicas que juegan en mitxto. Aueremos sacar uno de fútbol sala”.

Para finalizar el acto, Rebeca Esnaola dedicó unas palabras a los galardonados, a los que consideró “la mejor representación de lo que el deporte debe ser”.