El cadi berciano Álvaro Alonso Prada se convirtió en el "otro yo" de Carlota Ciganda, la indiscutible heroína de la última edición de la Solheim Cup de golf -enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos- en Málaga, con quien lleva los dos últimos años en su objetivo de que la jugadora navarra alcance el número uno mundial.

El exjugador profesional de 35 años, que inicialmente compatibilizó el golf con el fútbol, pero que acabó decantándose por los palos frente al balón, llegó a despuntar en categorías de aficionados, pero su salto al profesionalismo coincidió con una reducción en el número de torneos y eso le llevó a dar un giro en su carrera y enfocarla a ser el acompañante y escudero de otros jugadores.

"Quizá no tuve la suerte de llegar a ser profesional en el momento más adecuado, por eso había que tomar una decisión y dado mi carácter competitivo quería seguir ligado de cerca a la adrenalina que se siente en el campo y no había nada mejor que ser cadi", asegura en entrevista concedida a EFE.

Desde su punto de vista, las emociones que vive en la actualidad con respecto a las que sentía como jugador "son muy parecidas".

"No golpeas la bola, pero los fallos y los aciertos de la jugadora a la que acompañas los vives como algo propio, las alegrías y frustraciones son idénticas", refiere.

Su cambio hace siete años le llevó a centrarse en el golf femenino, dada la vinculación personal con su actual pareja, la jugadora profesional del circuito Luna Sobrón, primero acompañando a jugadoras de un nivel menor, hasta dar el gran salto con la mexicana Gaby López con la que obtuvo victorias en el circuito americano y que llegó a ser olímpica en Tokio.

Sin embargo, consideró que tras la cita en la capital asiática que esa etapa había concluido tras cumplir sus objetivos y, después de algunos contactos con Carlota Ciganda, acabó siendo elegido por ella.

"Son los jugadores los que eligen quien les acompaña y Carlota intentaba recuperar el terreno perdido después de haber llegado a ser la octava jugadora mundial", agrega.

De momento la experiencia está siendo, según el cadi berciano, "muy provechosa" con dos terceros puestos en los grandes torneos, Evian 2022 y PGA 2023 y el reciente éxito en el campo Finca Cortesín en Málaga, donde Ciganda fue la principal artífice con sus cuatro puntos, para el triunfo final de Europa.

"Llegábamos preparados para el reto y con la disposición de ser determinantes en el resultado que obtuviera Europa, pero además se dio el guión perfecto, ganando todos los partidos y encima, por primera vez, en España", comenta.

Alonso Prada está "convencido" del potencial de Ciganda a la que augura tener "la capacidad suficiente para ser número 1 mundial y dar a España el primer "major" de la historia que ya ha rozado en dos ocasiones, además de tener también todas las opciones en la cita olímpica de París".

Está convencido que después de la Solheim Cup, Carlota Ciganda vivirá "un antes y un después, viendo reforzada su confianza y con la fuerza mental para creerse capaz de ganar en cualquier torneo y frente a cualquier rival", apunta.

Sin tiempo prácticamente para digerir el éxito en tierras malagueñas, este próximo domingo viajarán a  Hong Kong donde disputarán el primero de los cuatro torneos del circuito americano, pese a disputarse en Asia, como el siguiente que será en China y, a continuación ya en territorio estadounidense en Florida.

De momento su trayectoria como cadi le ha vinculado siempre a jugadoras, pero no descarta en un futuro, "una vez que se vayan cumpliendo los objetivos marcados", dar el salto al golf masculino.