La culturista navarra Ruth Cuesta, subcampeona del mundo por segundo año consecutivo
La vecina de la Cendea de Cizur triunfa en Italia en la categoría Bikini Welness tras haberlo hecho en Praga en 2022
La culturista navarra Ruth Cuesta se ha proclamado subcampeona del mundo por segundo año consecutivo. La vecina de la Cendea de Cizur ha triunfado en Italia hace unos días tras haberlo hecho en Praga en 2022 en la categoría Bikini Welness de Culturismo Natural.
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El World Championships ICNItaly, the great beauty se celebró del 3 al 5 de noviembre de este año en la ciudad italiana de Perugia.
En Praga fue la primera vez que se presentaba a un campeonato, a sus 45 años. Quedó 5ª en el nacional, que había celebrado en octubre del año pasado en Valencia, “frente a chicas a las que les paso 20 años”. Compitieron 400 atletas (hombres y mujeres de diferentes categorías) y consiguió el pase para el World Challenge.
Su interés por el fisicoculturismo se despertó tras ser animada por su marido, Carlos Gallués, un amante del Ironman, quien vio que tenía muchas capacidades para ello. Así, se puso en manos de un entrenador profesional y, con mucha dedicación y entrega, se posicionó en Bikini Wellness, una categoría nueva en las competiciones oficiales de la IFBB, la Federación Internacional de Fisicoculturismo y Fitness.
“Bikini Wellness es una categoría que nace de la necesidad de encontrar un panorama competitivo para esas competidoras cuyos físicos no encajan por muscularidad en modalidades como el Bodyfitness y el Women Physique pero que el límite de desarrollo muscular que en las últimas temporadas se está exigiendo en la categoría Bikini se les queda algo corto, principalmente en el tren inferior”, según explica la IFBB España, que introdujo esta categoría por primera vez en el Campeonato de España de 2017.
Un mundo de hombres
Cuesta, que levanta cien kilos en peso muerto (casi dos veces su peso) y 70 en sentadilla, reconocía en una entrevista con DIARIO DE NOTICIAS que el culturismo “es todavía un mundo de hombres, aunque cada vez menos. “Porque antes tampoco había mujeres que participaran, igual que tampoco se nos permitía correr un maratón. Ahora cada vez se presentan más mujeres y hay más”, explicaba.
Y es que a nosotras, decía, “nos cuesta hacer deportes de fuerza, porque hay quien piensa que se va a muscular muchísimo o que se va a volver como un hombre. ‘Es que me voy a poner...’, dice mucha gente. Pero hay que entrenar la fuerza y hay que perder ese miedo a la báscula , o al típico canon de belleza. Existen mil cánones, ¿quién los establece? –valoraba–. La juventud está muy machacada con esas cosas. Hay que cuidarse, hacer deporte, comer bien... La salud es importante”.