Antoni Bou (Piera, 1986), más conocido como Toni Bou, tiene el mayor número de títulos de campeón del mundo de trial jamás logrado por un piloto, con 36 galardones a sus espaldas. El catalán espera la prueba del Navarra Arena del 16 de noviembre para sumar un nuevo trofeo a su palmarés, aunque llega a la capital navarra con el campeonato ya decidido. El pabellón navarro ya fue sede de una de las pruebas del MX-Trial, donde Toni Bou se proclamó vencedor, y busca reafirmar su éxito en Pamplona.

¿Es menos emocionante llegar a Pamplona con el título decidido?

No creo que sea menos emocionante, igual es diferente, ya que llegas sin presión pero con la consciencia de que queda una prueba por delante. Llegas con la idea de pasarlo bien, además de que el público va a verte y no deja de ser especial. Pamplona fue un buen evento el año pasado, y estoy seguro de que este año no defraudará.

¿Tiene buen recuerdo del año pasado en el Navarra Arena?

Recuerdo que fue un resultado muy apretado, con una carrera en la que tuve que esforzarme al máximo. El evento fue importante a la hora de marcar la carrera por el título. Recuerdo que el público lo disfrutó muchísimo, casi tanto como yo. Además, al ser la primera vez que el Mundial lo acogía Pamplona pues no sabes muy bien cómo va a reaccionar la gente o qué te vas a encontrar. Tenía el añadido de la intriga de llegar a un sitio nuevo, pero fue muy bien. Este año han decidido repetir, y no es de extrañar.

¿Ha estado otras veces en Navarra?

Compitiendo como tal en indoor solo el año pasado. De todos modos ya estuve antes en Navarra, haciendo turismo o compitiendo cuando era más pequeño. Es un sitio que siempre me ha gustado.

¿Con 36 títulos de campeón mundial sigue siendo emocionante ganar?

Es algo que hasta a mí me cuesta entender. Vas consiguiendo poco a poco ganar carreras, la rueda no para de girar y es algo muy especial para mí. Gané el primero en 2007, y con tantos años notas que hay menos presión, pero no menos ilusión, ya que sigue siendo un título mundial.

¿Cuál es el límite?

Ya he dicho siempre que cuando deje de pasármelo bien, que es lo más importante para mí, entonces dejaré de competir. Yo soy supercompetitivo, y cuando dejase de ganar creo que pararía de competir. No me pongo un techo de títulos en concreto.

¿Cómo ve al resto de competidores y la nueva generación?

Viene una serie de corredores muy prometedores. Creo que suben muy fuerte y tienen un gran nivel. Es algo que me parece espectacular, y también es un orgullo competir contra ellos. Al final es la ley del más fuerte, pero creo que es una motivación extra para mí, el competir con gente que viene a un alto nivel cada año. Al final, si me lo paso bien y disfruto seguiré compitiendo.

¿Cómo valora esta temporada?

Ponerle un diez a una temporada es muy complicado, siempre hay cosas que se puedan mejorar aunque se ganen todas las carreras. ¿Existe una temporada de diez? Yo creo que sí, pero tendría que rozar la perfección. Este año creo que ha sido uno de mis mejores temporadas, aunque también creo que he tenido años mejores. Al final, con 38 años no es el mismo ritmo que con 20 o 25. Creo que siempre hay pequeñas cosas que se pueden mejorar.

¿En qué puede mejorar ya un 36 veces campeón mundial?

Es un trabajo continuo, donde incluso las pequeñas cosas y los pequeños fallos se pueden cambiar. De todos modos, la perfección absoluta, y más en un deporte como el trial, es prácticamente imposible, hay que ser realista y tener cabeza también.

¿Cómo de importante es la salud mental en un deporte como el trial?

Es vital, como en la vida misma. Tienes que entender cómo evolucionar, estar concentrado, no perder la calma... Tener una continuidad y saber mantener las ideas claras. Además está la importancia de lidiar con la presión. Son muchas cosas. La salud mental en el deporte es clave, sin ella no se puede seguir. Se debe vigilar igual que la salud física. Además, con la intensidad y con lo controlado que está todo, que cada uno tiene mil armas para destacar como la alimentación o la rutina, y cada detalle suma, mantener todo en orden es vital para seguir.

¿Cuál es su secreto para el éxito?

Supongo que es un conjunto de cosas. Supongo que hay que saber tener una constancia y una continuidad, y yo además soy muy cabezón, y si me empeño en algo voy a por ello. También hay que saber mantener una rutina, ya que en el deporte siempre hay altibajos, y lo importante es seguir el objetivo que uno se ha marcado y saber qué hacer. Es algo que he ido aprendiendo con el tiempo, y me costaba algo más en mis inicios.

¿Cómo logró llegar a esa consistencia?

Una vez dominas la concentración todo viene más fácil. No hay que dejar que te dominen los pequeños errores, que son parte del deporte. Tienes que seguir concentrado en la pista, y eso es algo que me enseñó mucho la bici de trial. Creo que es algo que todo piloto de trial debe probar antes de dominar la moto. Al ser más ligera y fácil de manejar también sirve mucho para aprender. Para mí es vital para cualquiera que empiece, y es algo que recomiendo a cualquiera.

¿De donde viene su pasión por el trial?

Como a muchos amantes del motor, cuando en casa hay motos es muy difícil que no se te pegue algo. Mi tío y mi padre fueron los que me introdujeron en el mundillo, estaban muy implicados. Mis referentes de pequeño eran Jordi Tarrés o Marc Colomer, los veían en televisión y me quedaba fascinado con lo que hacían. Hasta los doce o catorce años estuve haciendo trial en bici y en moto, y luego ya me dediqué a la moto a tiempo completo.

¿El trial fue una apuesta arriesgada teniendo en cuenta que es un deporte minoritario?

Es algo que siempre me ha encantado, así que, en ese sentido, creo que due una decisión fácil. Por supuesto, disfruto mucho jugando a fútbol, por ejemplo. Me gusta todo tipo de deportes, incluso me gusta practicar otros deportes de motor. Pero el trial es algo que me encanta. Disfruto mucho cada vez que compito, y cuando deje de hacerlo ya pararé.

¿Qué otras aficiones tiene Toni Bou?

Echar pachangas a fútbol es algo que me gusta, aunque no juego todo lo que me gustaría ya que puedo lesionarme. También disfruto jugar al pádel, y a eso sí que puedo jugar más porque hay menos peligro de lesiones y de golpes. Además, al ser un deporte de equipo, que es distinto a lo individual del trial, pues también es diferente de jugar y me gusta mucho.

Aunque el trial sea un deporte individual, ¿cuál es la importancia de tener un buen equipo detrás?

Es de las partes más importantes de este deporte. En 2007 el Repsol Honda me dio una oportunidad, y es algo que les estaré eternamente agradecidos. Ni siquiera había ganado un campeonato, aunque ya había ganado algunas carreras, pero decidieron confiar en mí. Con el paso de los años tuve ofertas de otros equipos, pero cuando estás donde tienes que estar, te sientes a gusto con el mejor de los equipos... Me lo he ganado y sé que estoy bien aquí.

¿Qué es lo mejor del trial?

Me lo paso muy bien cada día, es algo que tengo la oportunidad de hacer cada día y me hace feliz.

¿Y lo peor?

Claramente las lesiones. Son momentos muy difíciles en la vida de un deportista. La peor lesión que tuve yo fue en 2018. Me partí tres vértebras, y la espalda es una zona muy complicada para un deporte como el trial. Tuve suerte de que hubo mes y medio de parón antes de la competición, aunque no me notaba al 100% para competir. Ahora, y más con 38 años, es algo que sigue ahí, como otras lesiones en la rodilla.

¿Qué objetivos tiene a corto plazo?

Quiero disfrutar el máximo posible, aprovechar cada prueba y cada carrera hasta que yo diga que no me apetece seguir. Mi objetivo cada día ha sido disfrutar, y voy a mantener esa mentalidad.

¿Qué pueden esperar los espectadores el 16 de noviembre en el Navarra Arena?

Va a ser un gran espectáculo, donde el público será testigo de nuevas experiencias y donde quedan partes emocionantes por decidir, ya que Jaime (Busto) y Gabri (Marcelli) van a competir por el segundo puesto y es algo emocionante. Por mi parte, voy a dar lo mejor de mí mismo para que todos los asistentes puedan disfrutar de una buena noche de trial.