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Iñaki Montes de la TorreTenista profesional

"Destacaba de pequeño, pero nunca pensé realmente que podría vivir del tenis"

Tras cuatro años formándose en Estados Unidos, el joven navarro hace un repaso por su primer año como profesional con una mezcla de madurez, resiliencia y motivación

"Destacaba de pequeño, pero nunca pensé realmente que podría vivir del tenis"Oskar Montero

Iñaki Montes de la Torre (Pamplona, 2002), tras cuatro temporadas compitiendo y estudiando en Estados Unidos, afronta su primera etapa como profesional en el circuito internacional. Con un año marcado por las lesiones, los viajes constantes y la adaptación a la vida fuera de la universidad, analiza su evolución, sus aprendizajes y sus sueños dentro del tenis. Desde sus inicios en el Club Tenis Pamplona hasta su experiencia universitaria en Virginia, repasa un camino lleno de trabajo, sacrificio y pasión por este deporte.

PREGUNTA: ¿Cuál es su situación actual en el tenis? ¿En qué punto está en su carrera?

RESPUESTA: Ahora mismo estoy intentando dedicarme al tenis profesional, entrenando entre Pamplona y Barcelona. Me gradué el año pasado en Estados Unidos, donde estudié Económicas y jugué al tenis durante cuatro años. Fue una etapa en la que crecí muchísimo a nivel personal, académico y deportivo. Desde que terminé la carrera estoy viajando por el mundo, compitiendo y tratando de subir en el ranking ATP. 

P:¿Cómo ha sido este primer año en el circuito profesional?

R: Ha sido un año duro, de mucha transición. Pasar de Estados Unidos al profesionalismo me ha hecho enfrentarme a un nuevo ritmo de vida, a un circuito exigente y a la necesidad de conocerme mejor a mí mismo. También ha sido un año con bastantes lesiones, lo que ha dificultado tener continuidad. Aun así, lo considero un año positivo y de muchísimo aprendizaje.

P: Y, en cuanto a sensaciones en pista, ¿ha notado evolución?

R: Sí, sin duda he mejorado. Siento que mi juego ha evolucionado y que me encuentro mejor en la pista. Es verdad que las lesiones me han impedido tener la continuidad que me hubiese gustado, pero este último año y medio, pudiendo enfocarme solo en el tenis, creo que he dado pasos hacia delante.

P: ¿Qué lesiones ha tenido? 

R: Nada más salir de Estados Unidos, en mayo de 2024, me operé del hombro. Ha sido la lesión más grave y aún arrastro molestias. Además he tenido problemas en la cadera, rodilla y muñeca izquierda. No han sido tan duraderas como la del hombro, pero al final una pequeña lesión ya te obliga a parar dos o tres semanas. Recuperar la continuidad es uno de mis objetivos ahora mismo.

P: ¿Cómo se gestiona la frustración de lesionarse continuamente y no poder competir?

R: Es frustrante, claro. A todos los deportistas nos gusta competir. Pero también entiendo que cada uno tiene su camino y que esto es una maratón, no un sprint. Intento aceptar los momentos difíciles, entender que forman parte del proceso y aprovecharlos para aprender. El que mejor acepta esas situaciones es el que tiene más opciones de avanzar a largo plazo.

P: ¿Cómo empezó a jugar al tenis?

R: Con tres o cuatro años, en casa, cogía una raqueta de ping-pong e iba dando golpes. Mis padres vieron que me gustaba y me apuntaron a clases en el Club Tenis Pamplona. Aunque mi abuelo jugaba de manera amateur, fue algo un poco espontáneo y poco a poco me fui enganchando.

P: ¿Cuándo se dio cuenta de que podía dedicarse al tenis profesional?

R: En Navarra destacaba de pequeño, pero nunca pensé realmente que podría vivir del tenis. Jugaba otros deportes, como pádel o fútbol. El punto de inflexión fue ganar el Campeonato de España Sub-18. Gracias a eso me ofrecieron una beca para ir a Estados Unidos, aunque en ese momento tampoco tenía claro dedicarme al tenis profesional. Ha sido un proceso progresivo.

P: Comentaba que casi no decidió usted ir a Estados Unidos…

R: Sí, la historia es curiosa porque prácticamente lo decidió mi madre. Fue ella quien firmó el contrato. El entrenador de la universidad vino a Pamplona, conoció a mi entorno y me ofreció la beca. Yo tenía muchas dudas y fue mi madre quien dijo: “Te vas”. Y menos mal. Mi madre me ha regalado los cuatro mejores años de mi vida. Llegué en agosto y me enamoré de Estados Unidos desde el primer día.

P: ¿Qué ha significado para usted esa etapa en Estados Unidos?

R: Me abrió la mente, conocí gente de todo el mundo, maduré muchísimo y además acerté plenamente con la universidad, los entrenadores y mis compañeros. Creé amistades que aún mantengo, de hecho este año he ido a dos bodas allí. Ha sido mucho más que deporte y estudios. Se me pone la piel de gallina al hablar de mi experiencia porque he sido muy feliz.

P: Fue campeón de la liga universitaria NCAA, siendo el primer navarro en lograrlo, ¿cómo vivió aquello?

R: Fue un orgullo, claro, pero siempre digo que lo más importante de esa etapa no fueron los resultados. Con mis compañeros nunca hablamos de partidos, sino de las experiencias que vivimos juntos. Esa sensación de comunidad es lo que más valoro.

Lugar y fecha de nacimiento. Pamplona. 2/10/2002. 

Entrenador. Iker Aguirre.

Ranking. 245 ATP.

Ídolos. David Nalbandian y Carlos Alcaraz.

Últimos logros. Campeón Open de Laukariz en Mungia en individuales. Campeón de dobles en el Challenger de Hersonissos 5. Campeón de dobles en el Challenger de Pozoblanco.

P: ¿Cuál es la mayor diferencia entre el tenis junior y el profesional?

R: El profesionalismo. En junior la gente es menos constante en aspectos como descanso, alimentación o rutinas de calentamiento. En profesional todo el mundo cuida esos detalles. En mi caso, el cambio más duro fue pasar de que en Estados Unidos me lo dieran todo hecho —logística, viajes, fisio— a tener que gestionarlo yo solo: entrenador, preparador físico, viajes, hoteles, inscripciones… Es casi como llevar tu propia empresa.

P: ¿Cómo es su rutina diaria como tenista profesional?

R: Me levanto sobre las 8, desayuno y voy al gimnasio. Luego entreno en pista unas 2 o 3 horas y después hago sesión de físico. Según el momento del año, entreno también por la tarde. En pretemporada hacemos más horas y trabajamos cambios técnicos. Durante la temporada las cargas bajan porque competimos mucho.

P: El tenis también es muy mental. ¿Cómo trabaja ese aspecto?

R: Trabajo con un psicólogo y también hablo muchísimo con mis entrenadores. Ellos han vivido muchas de las situaciones que yo enfrento y pueden guiarme. Creo que la salud mental en el deporte cada vez se entiende mejor. Yo intento expresar lo que siento porque para que te ayuden tienes que abrirte. Muchos partidos se deciden por la cabeza.

P: ¿Cómo desconecta del tenis?

R: Tengo la suerte de tener muchos amigos fuera del tenis. Eso me ayuda muchísimo. Soy un chico fácil que con estar con mis amigos en un banco y hacer dos chistes me vale, no necesito mucho más. También me funciona ir a la playa, al cine o simplemente dar un paseo.

P: Viaja prácticamente todo el año. ¿Cómo lleva ese ritmo de vida?

R: Es bonito y duro a la vez. Me considero un privilegiado por poder viajar con 23 años jugando a un deporte que me apasiona. Pero sí, son peajes que hay que pagar en el camino y que estoy dispuesto a hacer.

P: ¿Cómo ve el tenis navarro actualmente?

R: Lo sigo bastante. Para lo pequeña que es Navarra, sacamos mucho jugo. Hay nivel, hay motivación y se trabaja bien. Me gustaría que los clubes estuvieran más unidos entre sí, porque eso ayudaría aún más a los jugadores jóvenes.

P: Compite en individuales y dobles, ¿qué prefiere?

R: Me lo paso mejor jugando dobles. Es curioso porque de pequeño dejé el fútbol buscando un deporte individual, pero ahora disfruto mucho del componente de equipo. Me encanta jugar con amigos. Eso sí, el año que viene seguramente reduzca el número de dobles porque pueden afectar a la carga física del individual.