bilbao. Tras pasar dos días en el calor del hogar, después de atravesar el Polo Sur en una travesía de más de 3.400 kilómetros sobre hielo, los tres aventureros revivieron, desde la distancia que da el paso del tiempo, la dura gesta lograda. La conclusión a la que ha llegado este trío es que la realidad de la Antártida ha superado la peor de las expectativas: "Ha sido muy duro. Hemos tenido que pelear en un terreno en malas condiciones, físicamente tienes que ir absorbiendo esos baches y psicológicamente ser conscientes de que, en cualquier momento, la expedición se puede ir al traste", explicó Vallejo. Tanta fue la dureza del viaje, que el montañero alavés declaró no haber tenido "ni un solo día de disfrute", aunque después admitió que el día de su llegada al Polo Sur "fue el mejor porque con el buen viento pudimos divertirnos un poco".

Ese día fue benévola excepción a las fatigosas jornadas, acompañadas por el frío y la nieve, de las que el trío destaca el día en el que una grieta por poco termina con la aventura, al tragarse el trineo sujeto a Vallejo, aunque, afortunadamente, la rápida reacción de Iñurrategi salvó al alavés de una posible desgracia: "Crucé una de las primeras grietas pero el trineo, que pesaba unos 160 kilos, rompió el puente de la grieta, cedió y consecuentemente me arrastró. Cayó dentro de la grieta pero yo pude contenerlo entre los dos labios de la grieta", explicó el alpinista. Sin embargo, este accidente, convertido en la anécdota de la expedición, terminó tan solo en un susto porque, tal y como explicó Vallejo "Alberto reaccionó y cortó las cuerdas porque si no caía". Así, aunque pudieron recuperar el trineo con tan solo unos rasguños, este infortunio les sirvió a los tres montañeros para tener "más conciencia de que aunque no fuera alta montaña, estas travesías también entrañan su riesgo".

A pesar de que Zabalza reconoció no querer repetir esta travesía, los proyectos no dejan de rodear a estos tres alpinistas, aunque para la próxima ocasión, todo parece indicar que abandonarán el hielo de la Antártida por la altura de la montaña. Es más, Iñurrategi se mostró animado ante los nuevos planes que tiene en mente: "Esta experiencia ha sido muy positiva porque en convivencia hemos venido reforzados. Traemos ideas para el futuro para compartir el mismo equipo y en un futuro no muy lejanos podamos presentar algún otro proyecto".

Expedición científica Algo más de dos semanas después de que Juan Vallejo, Alberto Iñurrategi y Mikel Zabalza finalizaran con éxito su expedición por el Polo Sur, un grupo de cuatro científicos, liderados por el vasco Ramón Larramendi, alcanzaron el punto final de la travesía Acciona Windpowered Antártica. Un total de 3.500 kilómetros realizados a bordo, al igual que los montañeros vascos, de grandes cometas que alcanzaron hasta los ochenta metros cuadrados.

Así, Larramendi, Ignacio Oficialdegui, Juan Pablo Albar y Javier Selva demostraron la utilidad de un vehículo movido exclusivamente por una energía no renovable, la eólica. Además, el grupo ha recogido muestras de hielo y aire para analizar los cambios de la atmósfera.