katmandú - El Gobierno nepalí decidió ayer enviar una delegación de responsables al campamento base del Everest para calmar los ánimos entre los sherpas por su respuesta a la avalancha de la semana pasada en la que murieron trece guías.

Los organizadores de expediciones occidentales han indicado que la tensión va en aumento en el campamento entre los 400 sherpas, muchos de los cuales reclaman que todas las ascensiones al pico más alto del mundo se suspendan durante el resto de la temporada mientras que otros son partidarios de continuar. "El estado de ánimo es de pesadumbre ya que la comunidad sherpa está muy unida y eso está evolucionando en cierta medida a enfado", ha explicado Phil Crampton del grupo de escalada con sede en Nueva York Altitude Junkies.

Ante las reclamaciones de los sherpas, el Gobierno anunció el martes que elevaría la cobertura mínima del seguro para los guías del Everest en un 50%. Asimismo, dijo que establecería un fondo de ayuda para el bienestar de las familias afectadas y pagaría la educación de sus hijos.

En su encuentro con Crampton y otros, el Gobierno prometió enviar una delegación de responsables gubernamentales y de la industria de montañismo al campamento base para explicar a los sherpas que se están tomando en serio las preocupaciones de estos.

"Los sherpas están en una situación traumática", reconoció el secretario del Ministerio de Turismo, Sushil Ghimire. "Ha habido rumores de que iban a abandonar todas las expediciones pero eso no es cierto. Ya está resuelto", añadió. - E.P.