Recuerdo que cuando era apenas un adolescente, cada mañana, después de desayunar y mientras me aseaba y lavaba los dientes, solía dejar entreabierta la ventana del cuarto de baño desde la que contemplaba, a unos 50 metros al otro lado de la carretera, un taller al que acudía a trabajar un empleado conduciendo una preciosa Triumph Bonneville 750. Yo permanecía en absoluto silencio para poder advertir la presencia y sonido de aquella moto que me parecía imponente y enorme, especialmente comparada con las monocilíndricas de dos tiempos españolas (Bultaco, Montesa y Ossa) y también con las motos de los agentes de Tráfico, normalmente vetustas y lentas Sanglas 400.

Luego, ya con la mochila preparada, el bocata en el interior y los libros y demás bártulos que llevaba al colegio, cruzaba la carretera para ir a casa de unos familiares con los que a continuación me desplazaba en coche a clase. Eso sí, siempre me detenía unos instantes frente a la señorial Bonnie para deleitarme con el reflejo de los rayos del sol sobre sus inmaculados cromados y también para escuchar el tintineo de sus escapes, todavía calientes.

Hoy Triumph, a diferencia de otras marcas británicas ilustres del pasado (como AJS, Ariel, Matchless, Norton, Vincent, etc), es mucho más que el simple recuerdo de un niño hoy ya mayor y se ha convertido por méritos propios en uno de los principales fabricantes de motocicletas a nivel mundial, tanto por su volumen y calidad de producto como por su prestigio internacional, incluso en el Campeonato del Mundo de Velocidad suministrando los motores de la categoría intermedia, Moto2.

Triumph vuelve a contar en Navarra con un concesionario oficial para los entusiastas de las míticas motos británicas

La inteligencia, audacia y compromiso del empresario británico John Bloor hicieron que Triumph renaciese, incluso por segunda vez tras sufrir la fábrica un aparatoso incendio, y se transformara en lo que es hoy en día, todo un referente en el mundo de las dos ruedas. Por eso, ha sido una noticia especialmente agradable comprobar que la renacida firma inglesa ha vuelto a tener presencia en Navarra de nuevo, después de haber cerrado hace unos años su concesionario oficial. Ahora, de la mano de Vian Automobile, que gestiona el concesionario de Triumph en Zaragoza y con excelentes resultados, ha abierto sus puertas en Navarra para ofrecer, además de su completa gama de motocicletas, el servicio de taller, la posibilidad de probar nuevos modelos y también de adquirir accesorios y complementos para las motos y sus usuarios.

El acto de inauguración tuvo lugar el pasado 19 de octubre en unas instalaciones realmente espectaculares por su amplitud y excelente organización, en las que se pudo contemplar la amplia oferta de modelos de Triumph (trail medias y de gran tamaño, tanto asfálticas como preparadas para el campo, deportivas naked y con carenado, clásicas de media y gran cilindrada, scrambler y megacustom), y en las que los responsables del concesionario y también de la marca a nivel nacional mostraron su compromiso por “hacer las cosas bien para tener clientes satisfechos”.

A sus afamados motores de dos y tres cilindros se sumará en enero la nueva gama de monocilíndricas de 400 cc

Por parte de Triumph España Francisco Domínguez dejó claro su entusiasmo ante la excelente acogida que está teniendo la inminente llegada, prevista para el 1 de enero de 2024, de los modelos de acceso a la gama Triumph, las nuevas Speed 400 y Scrambler 400 X, dos monocilíndricas de 40 CV y pesos de 170 y 179 kilogramos en orden de marcha y cuyos precios, 5.395 y 6.095 euros, han causado furor entre los compradores por lo asequibles que resultan. Según Domínguez, “las expectativas son enormes ante estos dos modelos, que seguro que nos van a ayudar a atraer a compradores jóvenes que luego podrán seguir creciendo con nosotros y pasando a disfrutar de otros modelos de Triumph, que es una de las marcas de motos con mayor índice de fidelidad”. Los nuevos clientes también llegarán de segmentos hasta ahora inexplorados por Triumph, que asimismo se ha adentrado en el motocross y enduro con propuestas francamente brillantes.

Domínguez insistió en la necesidad de que los motoristas se acerquen al concesionario y prueben los modelos para tener una experiencia personal y directa de la calidad del producto, del que destacó también su proverbial fiabilidad. Con motores de dos y sobre todo tres cilindros en sus modelos de mayor rendimiento, a los que se sumarán las pequeñas, deportivas y elegantes nuevas mono de 400, Triumph tiene una gama completa, extensa, variada y de excelente calidad, con precios para todas las economías, pero con el nexo común de la verdadera pasión por las dos ruedas. Motos que brillan hoy en día como los cromados de aquella Bonneville que un servidor, entonces apenas un adolescente, admiraba cada mañana de camino al colegio.