El mundo del automóvil es un territorio lleno de matices, con sus conceptos inicialmente bien definidos, pero que luego, en la práctica, han ido evolucionando a unos productos cada vez más parecidos y que se distinguen unos de otros por pequeños detalles. Así, todos logran un espacio comercial en el que poder venderse y satisfacer a clientes que también tienen sus diferencias de matiz. Antes, hace apenas tres o cuatro décadas, todo era más simple, sencillo y claro: había turismos utilitarios y compactos, berlinas medias y de gran tamaño, marcas generalistas y de lujo, todoterreno 4X4, deportivos pequeños, medios y de alto nivel, además de vehículos comerciales.

Hoy, sin embargo, las fronteras se han difuminado considerablemente. Por ejemplo, sobre la misma base de una carrocería igual cabe desarrollar un modelo comercial para reparto a pequeña y mediana escala que un turismo familiar para uso diario y viajero o incluso con el que ir de acampada. Y en esto, firmas como Peugeot y su hermana francesa Citroën han sido pioneras y, en buena medida, responsables de este cambio de mentalidad. Sus Peugeot Rifter, Partner, Traveller y Expert Combi son el ejemplo perfecto de cómo la versatilidad, es decir, la capacidad de adaptarse a distintos escenarios y cometidos, se ha llevado hasta sus últimas consecuencias. Aderezado todo ello con un diseño exterior e interior propio de un turismo y con la seguridad, dinamismo y el nivel de confort y equipamiento deseables hoy en día.

Peugeot lanza al mercado su nueva gama de mixtos Rifter, Traveller y Expert Combi para atender las demandas de profesionales y familias

Ahora, Peugeot pone a la venta sus nuevos Rifter, Traveller y Expert Combi. El Rifter, explica la firma gala, “aterriza en el mercado español con un diseño dinámico y elegante y con prestaciones polivalentes, que responden con éxito a su doble vocación de vehículo profesional y automóvil pensado para las familias y el ocio”. Para ello, cuenta con dos longitudes de carrocería (4,40 y 4,75 metros) y cinco o siete plazas de capacidad y con configuraciones que pueden ser homologadas como vehículo comercial, como turismo M1 o como M1 mixto adaptable. Incorpora una amplia oferta de propulsores que incluye motores de combustión de gasolina (PureTech 110 con cambio manual de seis marchas), diésel (BlueHDi 100 con caja manual de seis relaciones y BlueHDi 130 con caja manual de seis velocidades o automática EAT8 de ocho) y variantes totalmente eléctricas (E-Rifter) con 136 CV y una autonomía WLTP que alcanza hasta los 320 kilómetros.

El atractivo diseño exterior sigue siendo la puerta de entrada para una gama que cuenta con propulsores de combustión y eléctricos

Peugeot también ha aprovechado la ocasión para “renovar totalmente su interior e incorporar innovaciones con una gran vocación práctica, como la Smartphone Station, que revoluciona la interfaz entre el conductor y el vehículo, o equipando funciones de ayuda a la conducción muy avanzadas”, tales como lector de señales, aviso al sobrepasar los límites de velocidad, asistente de cambio de carril, ayuda al frenado de emergencia con alerta y deceleración automática en caso de riesgo de colisión, detección de ángulo muerto o control de crucero adaptativo con función de parada. Como siempre, será fabricado en la planta que la multinacional tiene en la ciudad española de Vigo.

Por otra parte, Peugeot abre su cartera de pedidos para los nuevos Traveller y Expert Combi, que, según apunta la casa gala, “estrenan generación con un aire dinámico y elegante”. La gama puede ser homologada como turismo M1 y cuenta con el propulsor diésel BlueHDi 180 con caja de cambios automática EAT8, en tanto que las versiones eléctricas ofrecen una autonomía WLTP de hasta 350 kilómetros. Dotados de un interior totalmente renovado, ambos modelos disponen de un nuevo cuadro de instrumentos, avanzadas funciones de ayuda a la conducción y conexiones que tienen en cuenta el estándar USB-C, además de función E-Call con llamada de emergencia y asistencia. Como ocurría con el Rifter, la versatilidad queda de manifiesto al poder homologarse también como turismo M1, disponer de dos longitudes de carrocería (4,981 y 5,331 metros) y dar cabida a ocho o nueve pasajeros. También como en el Rifter, el acabado Allure expresa el elegante espíritu deportivo que siempre ha distinguido a los Peugeot con una terminación superior. Y es que poco queda ya de aquellos austeros vehículos comerciales de hace unas décadas, ya que los de ahora más bien parecen turismos de lujo con los que acudir al trabajo o desplazarse en familia.