El tamaño sí importa. Y más grande no significa necesariamente mejor, porque puede que en determinadas ocasiones disponer de una carrocería de mayores dimensiones implique una serie de condicionantes que no se ajusten a nuestras necesidades de movilidad. Me lo comentaba hace unas semanas un compañero de redacción mientras recordaba con cierto asombro la cantidad de pequeños utilitarios, la mayoría fabricados en Italia, que poblaban las calles de Roma. El tráfico de vehículos en la Ciudad Eterna es un pequeño caos organizado en el que moverse sobre cuatro ruedas exige atención, rapidez de reacciones y la máxima agilidad, y para eso nada como un pequeño turismo urbano o una motocicleta.

Con los años, después de superar las crisis de los cuarenta y los cincuenta, edades en las que uno todavía se ve, o quiere ver, lo suficientemente joven y capaz como para disfrutar a los mandos de un turismo de grandes dimensiones y prestaciones, llega una etapa en la que la funcionalidad, el placer de conducir y la pura movilidad le llevan a uno a apreciar más las bondades de un vehículo de tamaño medio o pequeño, con las prestaciones suficientes, fiable, seguro, confortable y fácil de manejar. Luego, en función del nivel de exigencia en cuanto a diseño, equipamiento, estatus y conciencia ecológica, así como dependiendo de la disponibilidad de recursos económicos, llegará el momento de definir nuestro modelo ideal.

Lexus lanza al mercado su modelo más compacto bajo la denominación LBX y siguiendo los exigentes patrones de calidad y diseño de la marca

Y es aquí donde entra de lleno la última propuesta de Lexus con su pequeño LBX. Se trata de un crossover compacto que mide 4,190 metros de largura, 1,825 de anchura y 1,545 de altura y cuenta con una distancia entre ejes de 2,580 metros. Dispone de un maletero que oscila entre los 323 litros de las variantes de tracción delantera y los 284 litros de las de tracción total, y sus pesos van de 1.280 a 1.365 kilogramos. Emplea un motor híbrido -ahora lo denominan autorrecargable- de tres cilindros, atmosférico y de gasolina, con 1.490 centímetros cúbicos (cc), que entrega 136 CV y 185 Nm, complementado por una transmisión automática CVT. Con consumos medios homologados que fluctúan entre 4,7 y 5,2 litros, aceleraciones de 0 a 100 km/h entre 9,2 y 9,6 segundos y una velocidad máxima de 170 km/h, cuenta con la etiqueta ECO de la DGT y se oferta en seis acabados (LBX, Elegant, Emotion, Relax, Cool y Original Edition), con precios situados entre 33.900 y 48.000 euros. El buen rendimiento mecánico le permite anunciar una capacidad de remolque de hasta 750 kilogramos.

Lexus presenta el que hasta la fecha es su vehículo de menor tamaño como un concentrado de “calidad, refinamiento y fiabilidad Lexus sin concesiones” -de hecho viene respaldado por una garantía de diez años o 185.000 kilómetros-, y provisto de “un sistema híbrido de última generación que aporta mayor eficiencia y placer al volante”. En este sentido, y para quienes siempre se muestren algo reticentes respecto a la respuesta de las transmisiones CVT (variador continuo), la marca japonesa precisa que “se ha prestado especial atención a trasladar la potencia del sistema híbrido de una forma agradable y segura. El conductor notará cómo el sistema se ha afinado para un mayor disfrute y una gran facilidad de manejo, sobre todo gracias a la suave aceleración lineal que refleja fielmente el uso del pedal del acelerador en todo momento. En los modelos superiores, un sistema Shiftmatic secuencial proporciona una experiencia de conducción más dinámica gracias al accionamiento de las levas situadas tras el volante y con las que cambiar entre seis marchas, emulando las sensaciones de una transmisión manual”.

La eficiencia energética, el placer de conducción, una estética elegante y rompedora y hasta la opción de la tracción total distinguen al LBX

Otro de los detalles sin duda exclusivos del Lexus LBX es la posibilidad de elegir entre tracción delantera y a la cuatro ruedas. La tracción total E-Four resulta de emplear un motor eléctrico adicional en el eje trasero, para así disponer de más agarre y estabilidad cuando sea necesario, “especialmente sobre superficies resbaladizas y al trazar curvas, todo ello enfocado a una conducción más tranquila y segura”. En esta línea tan Lexus de asociar seguridad y confort con placer de conducción, la firma nipona ha hecho hincapié en reducir las vibraciones y el ruido de rodadura y del propulsor, tanto utilizando ejes contrarrotantes en el bloque motor como materiales aislantes en puntos estratégicos de la carrocería. La eficiencia, como era de esperar, es otro de los puntos fuertes de Lexus y también del LBX, que incorpora una nueva batería híbrida que suministra más potencia y permite al motor de combustión trabajar a un régimen hasta un 20% menor. A la postre, todo un crossover de Lexus en formato compacto y con un diseño todavía más seductor si cabe. Acierto seguro.