Me acabo de bajar del Kia EV3, estoy frente al teclado apenas unas horas después de conducirlo y sigo teniendo la sensación inequívoca de que he probado uno de esos coches que marcarán un antes y un después. Lo presentía cuando en Kia anunciaban que este modelo iba a ser el que realmente facilitase la transición hacia el automóvil eléctrico -y en esta marca da gusto, porque lo que dicen se corresponde con la realidad y no con una mera estrategia de marketing que trata de venderte lo que sea-, y no han errado el tiro ni en milímetros.

No importa tanto la versión, porque todas comparten por el momento la misma mecánica eléctrica (204 CV, 283 Nm de par máximo, 7,5 segundos de 0 a 100 km/h, 170 km/h de velocidad máxima y consumos WLTP de 14,9 a 16,2 kWh/100 km) y las diferencias las establecen los tres acabados disponibles (Air, Earth y GT Line) y las dos capacidades de batería (Standard, con 58,3 kWh y 436 kilómetros de autonomía WLTP, que circulando sólo en ciudad llega a 584 km; y Long Range, de 81,4 kWh, 605 km de automía y hasta 773 km rodando exclusivamente en la urbe), como las sensaciones e impresiones que transmite este nuevo EV3. Sin duda que es todo un ejemplo de lo que debe ser un turismo compacto (4,300 metros de largura) 100% eléctrico. Para comenzar, nos sitúa con realismo y buen criterio en el mundo presente: los eléctricos nacen para reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, por lo que la eficiencia y el respeto medioambiental son dos criterios prioritarios, por encima de las prestaciones y la deportividad. Y el EV3 cumple con este paradigma a la perfección. Sus modos de conducción se adaptan a nuestras necesidades y exigencias en cuanto a prestaciones y dinamismo: no es un coche para ir de carreras por la vida, pero se puede rodar verdaderamente rápido. Los 204 CV, 283 Nm y 170 km/h son más que suficientes en todo momento, incluso cuando vayamos con prisas.

Con 204 CV, 170 km/h, un diseño rompedor y autonomías entre 436 y 605 kilómetros, el nuevo Kia EV3 es un coche nacido ganador

El segundo apartado que me ha convencido plenamente es el de la habitabilidad y el confort. Con mi más de 1,80 de altura encontraba perfecto acomodo tanto en las plazas delanteras como en las traseras, disponiendo además de un amplio maletero (460 litros), en el que sólo los más veteranos y nostálgicos echamos de menos una rueda de repuesto como Dios manda, aunque sabemos que con los tamaños actuales de llantas y neumáticos nos restaría mucho espacio. Respecto al confort, el EV3 cumple con muy buena nota. Su mínima sonoridad de rodadura -el motor ni lo oyes-, la cuidada aerodinámica y el eficaz trabajo de las suspensiones, lo mismo conteniendo el balanceo que absorbiendo las irregularidades de la calzada, hacen de cada trayecto un placer al volante. Escogí un tramo revirado de montaña y con asfalto irregular, y el EV3 parecía totalmente ajeno a estos contratiempos, incluso a ritmos elevados. Luego, ya por autopista o en ciudad, donde la visibilidad es excelente, todo discurría de forma fluida y placentera. Los frenos y la dirección también convencen por completo. Otro detalle del habitáculo especialmente logrado alude al excelente trabajo que ha realizado Kia para aprovechar el espacio con huecos portaobjetos de diferentes tamaños y formas, muy funcionales e inteligentes. Tienes la sensación de estar dentro de un monovolumen de los de antes, donde se exprimía cada milímetro con inteligencia y audacia. Brillante.

Kia dinamita el mercado de los compactos eléctricos con un EV3 cuyo precio de partida se sitúa en 23.600 euros

He dejado para el final tres cuestiones en las que el Kia EV3 rompe con el perfecto y armónico equilibrio que evidencia en sus múltiples apartados, pero lo hace para bien. La primera es el diseño exterior. Supongo que, como en todo en la vida, habrá a quien no le guste, pero a mí personalmente me encanta. Es original, diferente, futurista, rompedor y hasta un poco galáctico, con un indudable aire de vehículo espacial. El segundo apartado es el de la conectividad, información disponible y posibilidades de gestión de la energía. Aquí Kia se ha soltado la melena y ofrece un campo de acción enorme y novedoso. Eso sí, aunque es fácil manejarse con él, aprovechar sólo una parte de su amplio espectro de posibilidades les va a llevar su tiempo de aprendizaje. Y, por último, los precios. Las tarifas parten de 36.930 euros, pero con los descuentos y el MOVES, a lo que hay que restar, además, la deducción fiscal propia de Navarra, se queda en 23.600 euros, cuantía que con el acabado más alto (GT Line) y la batería Long Range se iría a 35.380 euros.

A la postre, da la sensación de que Kia ha lanzado el vehículo adecuado en el momento oportuno, todo ello para facilitar, ahora sí, la transición a la movilidad eléctrica. Mi consejo es que lo prueben y luego juzguen por ustedes mismos. Con el EV3 creo se sentirán y estarán en muy buena compañía.