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¿Merecen realmente la pena los aditivos de la gasolina?

Las grandes distribuidoras incorporan sus propios aditivos y también se pueden añadir manualmente, con beneficios claros y otros difíciles de probar

¿Merecen realmente la pena los aditivos de la gasolina?Freepik

Aunque se supone que los vehículos eléctricos representan el futuro, la realidad en el presente es que la mayoría de los coches que circulan por las carreteras y buena parte de los que todavía se adquieren utilizan motores de combustión, ya sea gasolina o diésel. Eso sí, las estrictas normas de la UE para tratar de frenar las emisiones contaminantes hacen ver que su horizonte no es demasiado amplio.

Pero, mientras tanto, es lógico que quienes poseen un vehículo que reposta combustible se preocupen por su bienestar: que la gasolina o el gasóleo que recibe sea de buena calidad para tratar de alargar la duración del motor y de otros componentes y a la vez de mejorar la experiencia de conducción. Es ahí donde entran en juego los aditivos.

Para qué sirven

Se trata de sustancias químicas que se agregan a la gasolina o al diésel y que prometen incrementar su calidad y rendimiento cumpliendo varias funciones. En general, según explican desde Repsol, actúan como potenciadores que ayudan al motor a trabajar de una manera más suave y eficiente.

En primer lugar mejorando la combustión al facilitar la eficiencia de la quema del combustible. De esta forma, el proceso se lleva a cabo de una manera más uniforme y completa, lo que a su vez puede mejorar la potencia.

Además, algunos productos que se incorporan a los carburantes tienen la capacidad de reducir la fricción, porque sirven para lubricar. Gracias a eso, las piezas móviles no rozan, lo que conlleva que su deterioro sea más lento y pueda prolongarse así la vida útil del vehículo.

Por último, sirven para impedir que se deposite carbón y otros residuos que se acumulan en el sistema del combustible o los eliminan, favoreciendo la limpieza del sistema. Debido a esto, el motor funciona de una manera más regular y sin obstáculos.

Aditivos comunes y específicos

Según explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), muchos combustibles ya incorporan directamente los aditivos, ya que la compañía que se encarga de transportarlos y almacenarlos, Exolum, los añade en la refinería a quien lo desee, siendo HQ300 y HQ400 los más comunes.

Sin embargo, las grandes distribuidoras tienen sus propios aditivos, que también se suelen añadir directamente en la refinería y que son confidenciales. Eso hace que sus combustibles tengan apellidos propios como Premium+, Efitec, Neotech, Óptima o Star.

En cualquier caso, hay que saber que las cantidades de aditivo que se añaden son muy pequeñas en proporción al combustible. En algunos casos apenas suponen 1 mililitro por cada 1.000 litros de combustible.

De entre los más habituales, el HQ300 se utiliza para el gasóleo. Sus principales beneficios son que mejora el índice de cetano, lo que facilita la ignición del gasóleo; mantiene limpios los inyectores y conserva la bomba de inyección; protege de la corrosión; y disminuye la formación de espuma, facilitando el proceso de repostaje.

El HQ400 es el que se usa para la gasolina, con propiedades que impiden la formación de depósitos en las válvulas de admisión y mantienen limpios los inyectores.

¿Afectan al consumo?

Según la OCU, los aditivos que añaden las grandes distribuidoras no consiguen efectos muy distintos, pese a que los presenten con frases como “aumenta la duración del motor” o “reduce el consumo de combustible y aumenta el rendimiento del motor”.

De hecho, asegura que los efectos de los aditivos sobre los motores no parecen muy comprobables. También afirma que los análisis realizados tras miles de kilómetros no demuestran que el uso de aditivos reduzca el consumo de combustible.

Aditivos de diferentes marcas.

Cómo usarlos manualmente

También es posible comprar aditivos (siempre mejor en lugares especializados y con el asesoramiento de un mecánico) y verterlos nosotros mismos. En ese caso, lo ideal es añadirlos cuando el tanque de combustible está casi vacío y justo antes de que lo vayamos a llenar de nuevo, ya que así se asegura una mezcla homogénea con la gasolina. Además, es importante seguir las instrucciones del fabricante en relación a la cantidad necesaria de aditivo por litro de combustible, para evitar crear una mezcla incorrecta que pueda causar daños en el motor.