Los accidentes en carretera son inevitables porque dependen de infinidad de circunstancias y no siempre del conductor. En 2024 se contabilizaron 1.040 accidentes importantes en las carreteras españolas, a los que hay que sumar pequeñas colisiones y otros problemas al volante. Las causas de buena parte de esos accidentes son claras: el exceso de velocidad, la climatología adversa y el consumo de alcohol o drogas, pero también despistes (cada vez hay más debidos al uso del teléfono móvil mientras se conduce) y situaciones de estrés.
La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha participado en una investigación que analiza cómo el entorno visual de la carretera influye en los niveles de estrés de los conductores e identifica los factores que afectan negativamente en la experiencia de la conducción. Las conclusiones de un estudio liderado por Cristina Bustos abren la puerta al desarrollo de asistentes de conducción inteligentes y a la planificación de ciudades con menos elementos estresantes en sus calles y carreteras.
El paisaje vial genera estrés
Los elementos presentes en las carreteras y sus inmediaciones son un factor clave en los accidentes de tráfico e influyen enormemente en el bienestar y en la salud de las personas que utilizan el coche diariamente. De ahí que en los últimos años se haya tratado de abordar en diferentes estudios las causas que generan estrés entre los conductores. La investigación de la UOC analiza estos factores teniendo en cuenta únicamente (por primera vez en un estudio) datos visuales, sin depender de señales fisiológicas, análisis faciales o registros de las maniobras del vehículo.
Hasta ahora no se había tenido en cuenta que “conducimos en un contexto visual y que las condiciones de la escena urbana importan, ya que afectan al nivel de estrés del conductor. Nuestro estudio es el primero en analizar el contexto visual de la escena urbana como una modalidad de datos adicional para estimar el estrés”, explica Bustos.
Modelo de IA
El equipo de la UOC utilizó un modelo de inteligencia artificial (IA) que evalúa simultáneamente las condiciones del tráfico, la presencia de peatones y el contenido de elementos urbanos en entornos reales para estudiar el paisaje visual a gran escala.
Se emplearon varios modelos de aprendizaje automático con distintos niveles de complejidad, basados en el análisis de imágenes individuales y de vídeos. “Nuestro enfoque estudia el contexto de la carretera, analiza cómo el entorno en el que se conduce afecta al estrés del conductor y ayuda a predecirlo. Hemos demostrado empíricamente que el análisis del entorno visual proporciona información contextual valiosa sobre el entorno vial, como por ejemplo la densidad del tráfico, el paisaje urbano o la presencia de peatones”, detalla la experta, que asegura que “el diseño urbano puede impactar en la seguridad vial”.
Peatones, camiones y señales
El equipo de la UOC concluyó que el contexto visual de la carretera desempeña un papel fundamental en la estimación del estrés del conductor y definió cuáles son los elementos específicos que influyen más en la experiencia al volante.
El análisis de interpretación del modelo de IA reveló que la presencia de peatones y vehículos en movimiento (especialmente los más grandes, como los camiones) están entre los factores que generan más estrés. A esto se suman los elementos urbanos que pueden distraer a los conductores, como las señales, los carteles publicitarios y los cruces peatonales.
“Todos estos elementos influyen significativamente en los altos niveles de estrés de los conductores analizados, al aumentar la complejidad y la carga cognitiva”, explica Bustos.
Posibles aplicaciones prácticas
Estos hallazgos pueden servir de guía para el diseño de infraestructuras urbanas orientadas a reducir los factores que inducen estrés. Así, podrían inspirar mejoras en la señalización, en los sistemas de gestión del tráfico en áreas congestionadas o en el diseño de intersecciones más seguras.
"Al identificar cuáles son los elementos más estresantes, los planificadores urbanos y las autoridades de tráfico pueden adoptar medidas para mitigar estos efectos, contribuyendo a una mayor seguridad vial", explica Bustos.
También surge la posibilidad de desarrollar sistemas de asistencia al conductor que monitoricen en tiempo real el entorno y puedan alertar al conductor o activar mecanismos de seguridad cuando se detecten condiciones potencialmente estresantes.