PAMPLONA. El portavoz de la Casa Blanca, Ray Carney, dio más detalles sobre esta decisión del presidente norteamericano en su rueda de prensa diaria. Según Carney, Obama temía que las imágenes del cadáver del líder de Al Qaeda fueran usadas como propaganda y que pudieran poner en riesgo la seguridad nacional.
La foto del cadáver muestra al terrorista con una gran herida en la cabeza en la que se aprecia masa encefálica, según la cadena CBS, que ha podido acceder a la imagen.
En la fotografía, que la Casa Blanca calificó ayer de "truculenta", se observa la herida que le provocó a Bin Laden uno de los dos tiros recibidos, el que entró por encima del ojo izquierdo, que le abrió el cráneo y le extrajo parte de la masa encefálica y le sacó la órbita del ojo.
El antiguo líder de Al Qaeda, según la información que ha facilitado Estados Unidos, recibió dos disparos a corta distancia cuando opuso resistencia a su detención, aunque estaba desarmado. Uno de los disparos le dio en la cabeza y el segundo entró por el pecho.
Carney afirmó que la publicación de las fotos del cadáver de Bin Laden podría tener un efecto "incendiario" y aseguró que ese es uno de los factores que sopesa la residencia oficial para decidir si divulga o no las mismas.
"no es un trofeo" Obama decidió no publicar las imágenes del cadáver de Bin Laden, porque el cuerpo del terrorista "no es un trofeo". En la entrevista concedida al programa de la cadena CBS señala que "nosotros no somos así. No tratamos estas cosas como un trofeo", declara el presidente estadounidense, que justificó su decisión al considerar que la publicación de las imágenes podrían poner en peligro la seguridad de las tropas estadounidenses en el exterior".
Según indica el presidente, habló con su equipo de seguridad nacional, especialmente con sus secretarios de Defensa, Robert Gates, y de Estado, Hillary Clinton, y "todos estuvieron de acuerdo". Acerca de la posibilidad de que surjan dudas sobre la autenticidad de la muerte, Obama asegura: "Hemos estado supervisando las reacciones mundiales y no hay dudas de que esté muerto. Desde luego, quienes no tienen ninguna duda son los miembros de Al Qaeda".
Publicar las imágenes, agrega, "no supondría ninguna diferencia".
El hecho, subraya, "es que nunca más se verá a Osama Bin Laden caminar sobre la superficie de la tierra".
La cadena tenía previsto emitir el vídeo de esa declaración anoche, aunque la entrevista completa se difundirá el domingo, según la página de internet del programa.
Con estas declaraciones, Obama concluye un debate interno en la Casa Blanca sobre la conveniencia o no de divulgar las fotografías, que el portavoz presidencial, Jay Carney, ha reconocido que son "truculentas".
Según han descrito medios estadounidenses, que citan fuentes del Congreso, en las imágenes de que dispone la Casa Blanca se aprecia una gran herida sobre el ojo izquierdo del líder de Al Qaeda, donde se puede ver sangre y líquido encefálico.
Aunque sectores de la población, como familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, habían pedido la publicación, para poder pasar página o constatar la muerte del terrorista, la Casa Blanca se ha inclinado ante los argumentos de quienes preferían mantener las imágenes clasificadas. Los servicios de inteligencia no quieren poner en peligro el éxito de futuras operaciones.
Según fuentes del Pentágono, la Casa Blanca cuenta con tres series de documentos gráficos: fotografías del cuerpo, vídeos de la ceremonia en que se echó el cadáver al mar desde el portaaviones Carl Vinson e imágenes del interior de la residencia en Abbottabad.
alimentar la venganza Tanto Hillary Clinton, secretaria de Estado, como Robert Gates, secretario de Defensa, temían que la publicación de la foto únicamente alimentase la venganza contra intereses norteamericanos, especialmente cuando el escepticismo en torno a la muerte de Bin Laden es reducido. El hecho de que una de las mujeres del líder de Al Qaeda que sobrevivió al operativo desarrollado en Abbottabad haya sido quien ha identificado el cadáver parece haber actuado como elemento disuasorio en este sentido. "Los únicos escépticos son los extremistas y no se convencerían de todas formas por ninguna fotografía", asegura una fuente del Gobierno consultada por ABC. La fuente considera que la posibilidad de que la imagen se convierta en una excusa para nuevos ataques es "enorme".
También es contrario a la publicación el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, porque entiende que "los riesgos superan a los beneficios". "Las teorías conspirativas del mundo dirán que las fotos están retocadas y hay un riesgo real de que su publicación sólo sirva para inflamar a la opinión pública en Oriente Próximo", asegura. Rogers pone un ejemplo: "Imagina cómo reaccionaría el pueblo estadounidense si Al Qaeda asesinase a uno de nuestros militares y pusiese las fotos de su cuerpo en Internet".
PRIMERAS FILTRACIONES La senadora republicana y miembro del Comité de Defensa de la Cámara de Representantes Kelly Ayotte ha querido matizar las declaraciones en las que aseguraba haber visto una foto del cadáver del líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, que confirmaría el fallecimiento del terrorista. "Aunque otro senador me enseñó la foto que parecía ser del difunto Usama bin Laden, no sé si era autentica", ha dicho horas después.
En su anterior testimonio precisaba que, si bien el rostro de Bin Laden presentaba un disparo en la cara, ello no impedía identificar a la víctima como el líder islamista.
Por otra parte, la senadora por Nuevo Hamphsire es partidaria de hacer pública la foto, aunque admite que algunas personas podrían considerarla una imagen demasiado desagradable. "La publicación de la foto es importante para acabar con cualquier teoría conspirativa que pueda surgir en todo el mundo", argumenta, y recuerda que en otras ocasiones han aparecido dichas teorías al no ofrecer las pruebas suficientes.
En cambio, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, entiende que "los riesgos superan los beneficios". "Las teorías conspirativas del mundo dirán que las fotos están retocadas y hay un riesgo real de que su publicación sólo sirva para inflamar a la opinión pública en Oriente Próximo", ha asegurado.
Rogers ha comentado que Bin Laden "no es un trofeo" y que las autoridades estadounidenses deben centrarse ahora en continuar con la lucha antiterrorista hasta eliminar a Al Qaeda.