EL CAIRO. "Entre nosotros no hay ningún tipo de diferencias y trabajamos como socios con responsabilidades compartidas", dijo Abbas.
"Quiero decir a nuestro pueblo y los países árabes e islámicos que abrimos un nuevo capítulo de cooperación para reorganizar la situación de los palestinos", aseguró por su parte Mashaal.
Según dijo en una conferencia de prensa Azzam el Ahmad, un alto líder de Al Fatah que asistió a las conversaciones, hubo acuerdo en una serie de asuntos más, entre los que se incluyen la liberación de los miembros de Hamas y Al Fatah en poder del otro grupo palestino, la preparación para las elecciones y el refuerzo de "la confrontación popular contra la ocupación israelí".
El presidente palestino indicó que la conversación de hoy ha sido importante y se ha desarrollado en una atmósfera positiva.
"Discutimos de todo, sobre todo de los desarrollos políticos por los que está pasado la causa palestina y todos sus detalles", aseguró Abbas. "Estamos interesados en trabajar juntos como socios y nuestra responsabilidad para servir a nuestro pueblo es la misma", agregó.
Según la agencia de noticias Maan, los líderes de Hamas y Al Fatah volverán a reunirse en El Cairo el 15 de diciembre para pulir los detalles del acuerdo de reconciliación. "Esperamos haber abierto un nuevo capítulo", dijo el portavoz de Hamas en Gaza, Fawzi Barhum.
Por su parte, el gobierno israelí criticó duramente el acuerdo. "La unidad de las autoridades palestinas con Hamas tendrá serias consecuencias para el futuro del pueblo palestino y las expectativas de paz", aseguró el portavoz para medios árabes del gobierno israelí, Ofil Gendelman.
"Palestina está muerta", añadió a través de la red social Twitter.
El acuerdo de reconciliación entre Al Fatah y Hamas había sido anunciado en mayo, pero su implementación se había retrasado, entre otras cosas, porque ambas parte no había logrado acordar quién encabezaría un gobierno de unidad interino para gobernar hasta la celebración de las nuevas elecciones.
Abbas considera que éste debería estar liderado por el actual primer ministro del gobierno con sede en Cisjordania, Salam Fayyad, un economista de renombre internacional respetado por Occidente pero no por Hamas. De todas formas, Fayyad dijo recientemente que no se pondría en el camino de una unidad palestina.
El ministro del Exterior israelí, Avigdor Lieberman, dijo el miércoles que su país no negociará con ningún gobierno palestino en el que esté Hamas hasta que el movimiento islámico no renuncie a la violencia, respete los acuerdos palestino-israelíes pasados y reconozca el derecho de existencia de Israel.
Estas condiciones fueron estipuladas por el Cuarteto para Cercano Oriente formado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU, cuando Hamas ganó las últimas elecciones palestinas en 2006.
Este punto clave sigue sin resolverse. El ex político de Hamas Salah al Bardawil destacó que incluso en un gobierno de unidad Hamas no aceptaría las demandas del Cuarteto. En otras ocasiones, Hamas y Al Fatah ya habían acordado trabajar juntas, pero se había quedado en una declaración de intenciones. Los dos movimientos nunca fueron grandes socios, pero sus relaciones empeoraron drásticamente cuando Hamas derrotó a Al Fatah en los comicios de 2006.
El gobierno de unidad nacional entre ambos tuvo corta duración y se disolvió en junio de 2007, cuando en una semana de fuertes enfrentamientos Hamas expulsó a los funcionarios de seguridad leales a Abbas y la Autoridad Nacional Palestina de la Franja de Gaza y asumió el control total del enclave.
Los enfrentamientos dejaron a los territorios palestinos divididos geográfica y políticamente, con Hamas gobernando en la Franja de Gaza y el gobierno de Abbas a cargo de Cisjordania.