Es un hombre y, como tal, tiene luces y sombras en su trayectoria. Sólo sus actos al frente de la Iglesia dirán si debemos fijarnos más en su contrastado compromiso de austeridad y cercanía a quienes menos tienen que en su, también proclamado, machismo que le llevó a decir que las mujeres son unas ineptas para el ejercicio de cargo público. También saber corregir errores del pasado debe ser un ejemplo para el mundo. Francisco, el hombre Papa, tiene una excelente oportunidad para hacerlo.
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Xabier Lapitz