WASHINGTON. "No estamos considerando un compromiso (militar) indefinido. No estamos considerando el envío de tropas", afirmó Obama antes de recibir en la Casa Blanca a los mandatarios de Estonia, Letonia y Lituania.

Obama dejó claro que el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco, atribuido por EE.UU. al régimen sirio, no quedará sin respuesta, ya que, a su juicio, representa un "desafío para el mundo".

"No podemos aceptar un mundo en el que mujeres, niños y civiles inocentes son gaseados", subrayó.

Ataques como el del 21 de agosto son una "amenaza" para la seguridad nacional de EE.UU., también para países aliados como Israel, Turquía y Jordania, según Obama.

"El mundo tiene la obligación de asegurarse de que respetamos las normas contra el uso de armas químicas", anotó el presidente.

Añadió, asimismo, que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y su equipo de asesores de seguridad estudian una "amplia gama" de opciones y continúan las consultas tanto con el Congreso como con los aliados del país.

El mandatario afirmó también que hubiera preferido una acción "multilateral" en Siria, en alusión al rechazo del Parlamento británico a la participación del Reino Unido en una intervención militar, y al bloqueo que se registra en la ONU.

"No queremos que el mundo se paralice. Muchos piensan que se debería hacer algo, pero nadie quiere hacerlo", reflexionó.

La declaración de Obama se produjo tras la divulgación de un informe de la inteligencia estadounidense que establece que 1.429 personas, entre ellas al menos 426 niños, murieron en el ataque con armas químicas del 21 de agosto en la periferia de Damasco y que atribuye esa acción al régimen sirio.

Según él, facilitaran hoy un informe secreto con más detalles sobre ese ataque a miembros del Congreso y los principales aliados de EE.UU.

Al tiempo que se divulgaba el informe, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, compareció ante la prensa y dijo que las supuestas pruebas de que dispone su país sobre la responsabilidad del régimen sirio en ese ataque son "claras y convincentes".

"Nuestra comunidad de inteligencia ha revisado y vuelto a revisar la información sobre el ataque (en Siria) y lo ha hecho con más cuidado que en Irak. No repetiremos ese momento", aseguró Kerry.

Los inspectores de Naciones Unidas que investigan el uso de armas químicas en Siria "no nos pueden decir nada que no sepamos ya", enfatizó el secretario de Estado en Washington.

DECLARACIONES DE JOHN KERRY

Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha asegurado este viernes que los últimos datos que manejan los servicios de Inteligencia confirman que el régimen de Bashar al Assad ha empleado en numerosas ocasiones armas químicas, la última vez en Damasco, el pasado 21 de agosto, en un ataque que dejó más de 1.429 muertos, 426 de ellos niños.

"Podemos decir con un elevado grado de seguridad que el Gobierno sirio llevó a cabo un ataque con armas químicas contra elementos de la oposición en los barrios residenciales de Damasco", indicó el informe de Inteligencia citado por Kerry, y recogido por la cadena CNN.

Según estas informaciones clasificadas, el Ejército sirio tardó tres días en preparar el ataque de Damasco, en el cual se emplearon varios cohetes con material neurotóxico que fueron lanzados desde zonas controladas por el Gobierno sirio. Posteriormente, el régimen de Al Assad bombardeó el lugar para eliminar cualquier tipo de prueba.

"En los tres días previos al ataque", indicó el informe , "hemos recogido datos de inteligencia a partir de fuentes humanas y geoespaciales que revelan actividades del régimen asociadas a la preparación de un ataque con armas químicas".

CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD

El secretario Kerry calificó este ataque como un "crimen contra la humanidad" y al presidente sirio de "matón y asesino", y reiteró que la redacción de este informe de inteligencia ha sido especialmente cuidadoso a la hora de verificar el incidente, con el objeto de que cualquier iniciativa que a partir de ahora tome la Casa Blanca se base en datos fiables.

Kerry, que defendió una solución negociada --pero según los términos que marque Estados Unidos-- indicó que Siria "no se parecerá a Afganistán ni a Irak" porque "no desembocará en el despliegue de soldados en territorio sirio".

"Estados Unidos", indicó, "no volverá a justificar una campaña militar basándose en falsos datos de inteligencia".

A pesar de que Naciones Unidas ha pedido que se conozcan los resultados de la misión de investigación sobre el uso de armas químicas en Siria, Kerry ha manifestado que estas conclusiones no aportarán ningún dato adicional, ya que la información que baraja Estados Unidos procede, según el secretario de Estado, de altas fuentes de seguridad en el seno del Gobierno de Al Assad.

A pesar del revés sufrido por la negativa del Parlamento británico a impulsar una intervención militar, Kerry recordó que "Estados Unidos no está solo a la hora de hacer algo" respecto a ese ataque, y citó que esta iniciativa cuenta con el apoyo de países como Turquía y Francia, así como con el respaldo de la Liga Árabe.

"Estados Unidos tomará sus propias decisiones según su propia agenda, y según sus propios valores e intereses", apuntó el secretario de Estado.