Rogelio Oficialdegui, amante de su familia y de su tierra, Navarra

Pamplona - Los Alpes franceses se quedaron ayer con la vida de Rogelio Oficialdegui Tina, un navarro de 62 años residente en Barcelona, padre de dos hijos y abuelo de un nieto. Tanto sus parientes como sus compañeros de trabajo más cercanos solo tenían buenas palabras hacia él, recordándolo como un hombre implicado tanto con su familia como con su empleo.

Vivía en Barcelona desde hacía 12 años, pero una parte de su corazón continuaba en su querida Navarra. “Era muy amante de su familia y de esta tierra a la que tanto recordaba”, aseguraban tras conocer la trágica noticia sus familiares en un comunicado. Este navarro mantenía sus raíces y visitó recientemente Pamplona. Su último viaje tuvo como objetivo realizar a mediados de marzo la segunda Javierada, un trayecto que, recordaban, “hizo con mucha emoción a pesar del mal tiempo”.

La mitad de su vida la pasó trabajando para Delphi, una multinacional dedicada a la creación de componentes para el automóvil. Sus primeros pasos en la empresa los dio en 1986 en Pamplona, en la sede que tiene en el polígono de Landaben. Comenzó su trayectoria en el departamento de finanzas como director, puesto en el que permaneció casi 10 años, hasta que pasó a convertirse en el responsable de recursos humanos de esta sede.

En 2003 hizo las maletas y se mudó a Barcelona, donde se convertiría en director de recursos humanos de la sede de Sant Cugat del Vallès y a nivel estatal. “Sus últimos años los ha dedicado en cuerpo y alma a la filial”, aseguraba su familia, que afirmaba que “siempre procuró que todos sus empleados, a pesar de las grandes dificultades que este puesto conlleva, estuvieran en las mejores condiciones”.

Algo que confirman desde Pamplona, donde el actual responsable de Recursos Humanos de su empresa, José María Catalán, comentaba que “tenía un trato personal muy cercano y una gran visión estratégica. “Era una persona con muy buena prensa tanto dentro como fuera de la empresa”, subrayaba. Así mismo, indicó que el comité de empresa se puso a su total disposición tras conocerse la noticia de su fallecimiento.

acostumbrado a viajar Los aeropuertos no eran un misterio para Rogelio Oficialdegui, que según relatan desde su empresa, viajaba con relativa frecuencia por motivos de trabajo. La sede más importante de Europa de esta multinacional se encuentra en Alemania, por lo que es relativamente frecuente que los empleados con puestos de responsabilidad como el suyo tengan que desplazarse, sobre todo al país germano y a Luxemburgo.

Ayer cogió su vuelo en el Prat como tantas otras veces. En esta ocasión no viajaba solo, lo hacía acompañado por Manuel Rives, miembro del comité de empresa europeo de Delphi y delegado sindical de UGT, que también asistiría a la reunión del secretariado del comité europeo de la empresa, concertada en Alemania.

Su vuelo a Düsseldorf era uno de los últimos que Oficialdegui tenía en mente realizar por motivos de trabajo. A sus 62 años la jubilación quedaba cerca y se encontraba negociando el nuevo convenio para Delphi. Una vez conseguido, su plan era retirarse definitivamente del mundo laboral.