Rusia volvió a atacar durante la pasada noche la retaguardia ucraniana en un nuevo bombardeo que tuvo entre sus principales objetivos la ciudad industrial y relativamente cercana al frente de Krivi Rig y la región de Vínitsia, que está situada en la mitad occidental de Ucrania. Parte de los drones rusos fueron dirigidos también contra la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania.
Según las autoridades de Krivi Rig, que es además la ciudad natal del presidente Volodimir Zelenski, las fuerzas rusas dirigieron contra el municipio un misil balístico y 28 drones kamikaze Shahed que provocaron daños en infraestructuras industriales e hirieron de gravedad a un chico de 17 años. Además, parte de la ciudad se ha quedado sin luz debido al ataque.
En la ciudad de Vínitsia ocho personas han resultado heridas e infraestructuras industriales civiles han sufrido daños por el impacto de drones, según las autoridades locales.
En total, Rusia lanzó contra el conjunto del territorio de Ucrania un misil balístico Iskander-M y 400 drones, entre shaheds e imitaciones de éstos que los rusos utilizan para confundir a las defensas enemigas, según el parte de este miércoles de la Fuerza Aérea ucraniana.
Las defensas aéreas derribaron 198 de los shaheds, pero 57 drones de ataque y el misil no pudieron ser interceptados y cayeron en 12 localizaciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó este martes su ultimátum de 50 días para que Rusia detenga los combates en Ucrania y advirtió que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tampoco debería atacar Moscú.