la habana - Cuba celebró ayer una década del levantamiento de las limitaciones que impedían a sus ciudadanos alojarse en hoteles, tener teléfonos móviles a su nombre o comprar ordenadores, unas prohibiciones impopulares a las que puso fin el presidente Raúl Castro dentro de sus primeras reformas.

El gobernante, que entregará el poder el 19 de abril tras dos mandatos de cinco años, se anotó un “tanto de popularidad” entre los cubanos, que “no sabían por qué eran discriminados en su propio país”, explicó Reinaldo, un habanero de 57 años que recuerda cómo se “sorprendió” cuando supo la noticia.

El menor de los Castro atacaba así el “exceso de prohibiciones” que el propio Gobierno cubano consideraba ya “absurdas” y arrancaba con un golpe de efecto su proceso de “actualización” del socialismo, que después permitiría también los viajes al exterior, la compraventa de casas y la apertura del trabajo privado.

La nueva disposición que permitía a los nacionales alojarse en hoteles (hasta entonces reservados a turistas extranjeros) se aplicó a partir del 31 de marzo de 2008, a poco más de un mes de asumir oficialmente la Presidencia el menor de los Castro.

En silencio y sin comunicaciones oficiales, la medida tomó desprevenidos a la directiva de las instalaciones turísticas y a los propios cubanos, que además pudieron desde ese día rentar autos hasta entonces reservados para el turismo.

conexión a internet De manera interna y sin publicidad también se dio luz verde a la compra de ordenadores, que se comenzaron a vender un día después, el 1 de abril de 2008, en las entonces Tiendas Recaudadoras de Divisas, donde, además, se podían encontrar televisores, reproductores de DVD y otros electrodomésticos, cuya venta libre había estado prohibida hasta entonces.

Más tarde, el 14 de abril, crecían las filas en las oficinas de la estatal Empresa de Telecomunicaciones Etecsa para adquirir líneas móviles a título personal, un privilegio reservado hasta ese momento a extranjeros.

Sin embargo y a pesar de la alegría general por los cambios, el día a día no cambió inmediatamente para la gran mayoría de los cubanos, que percibían en 2008 un sueldo promedio de unos 408 pesos cubanos (unos 14 euros) y veían impagable el precio de una noche en un hotel, que no bajaba en ese entonces de los 60 euros.

Dar de alta una línea de teléfono móvil costaba 90 euros, lo que equivalía a aproximadamente seis meses y medio de salario de un trabajador estatal, y comprar un televisor podía oscilar fácilmente entre los 525 y los 2.500 euros.

Los únicos que podían permitirse estos lujos eran los cubanos que recibían remesas familiares del exterior y los empleados de embajadas y empresas extranjeras, que tenían sueldos muy por encima de los estatales.

Una década después, el emergente sector privado, las nuevas oportunidades de emprendimiento y los viajes al exterior, entre otros factores, han aumentado el poder adquisitivo de un grupo importante de cubanos, que ya son vistos como el primer mercado turístico en la isla durante los meses de verano. Hoy, una habitación en un hotel oscila entre 12 y 40 euros en oferta especial, una línea móvil tiene un precio de 25 euros y en sitios web como Revolico.com y Porlalivre.com los particulares pueden comprar y vender casi cualquier artículo en la isla.

Solo en 2017, Etecsa activó 600.000 nuevas líneas de telefonía móvil en el país, donde ya existen 4,6 millones, cifra que la empresa espera incrementar a más de cinco millones este año.

En el caso de los ordenadores, de acuerdo a los últimos datos conocidos, en 2016 existían en la isla 1.152.900 ordenadores, de los cuales 628.700 estaban conectados a internet, servicio que hoy se ofrece en los hogares a quien pueda pagar las tarifas de entre 12 y 55 euros por 30 horas de conexión.

El salario promedio oficial en Cuba ronda en la actualidad los 23 euros, 10 más que hace una década, aunque sigue sin ser suficiente frente al alto costo de la vida en el país caribeño.

“Para mí es algo normal; tengo mi propia línea (móvil) desde los 16 y he ido a varios hoteles con mis padres. No me cabe en la cabeza que alguna vez no se pudiera hacer todo esto”, sonríe, confundido, Esteban, un joven habanero de 19 años que, además, se acaba de comprar un portátil para la universidad. “En Revolico, por supuesto”, añade con una sonrisa.

Daños millonarios en 2017. Los incumplimientos en los planes, el fraude fiscal de los autónomos y las cuentas por cobrar derivaron en una subida en los delitos económicos detectados por el órgano fiscalizador superior de Cuba el año pasado.

300

Los perjuicios al patrimonio público superaron los 300 millones en ‘moneda total’, término oficial que puede incluir dólares y pesos cubanos.