En la que ya se califica como la mayor huelga del Reino Unido en la última década, miles de profesores, funcionarios, empleados ferroviarios y otros trabajadores salieron a la calle en numerosas ciudades del país para exigir mejoras salariales ante la crisis del coste de la vida.

Cerca de medio millón de personas secundan un paro que ha afectado a más de 23.000 escuelas, ha paralizado gran parte de las líneas de tren y ha llevado a en torno a 100.000 funcionarios públicos a detener su actividad.

"El sueldo de los profesores, junto con gran parte del sector público y de todos los sectores, ha sufrido un recorte en términos reales desde el 2010. Un 20 % para los profesores", afirmó a EFE Martin Rush, docente que se manifestaba en el centro de Londres. La protesta, subraya, pone el foco en la "lucha contra este Gobierno conservador y sus políticas de austeridad desde 2010".

Su esposa, Alice, también maestra, argumenta que el Ejecutivo conservador del primer ministro Rishi Sunak trata de "enfrentar a los ciudadanos ordinarios los unos contra los otros".

A pesar de que algunas escuelas han ofrecido un incremento del 5 % a los profesores, argumenta, esos fondos "tienen que venir del presupuesto de los colegios, el Gobierno no lo sufraga", por lo que "si logras un aumento va a ser a costa de dinero que les quitan a los niños".

Con todo, Rush asegura que "tanto los estudiantes como los padres han mostrado mucho respaldo en esta ocasión" a sus medidas de reivindicación.

Ante las huelgas y los problemas que han generado en el transporte, que también han afectado a líneas de autobús de Londres, la afluencia de personas al centro de la capital británica era hoy un 16,5 % menor respecto al miércoles de la semana pasada, según la consultora Springboard, especializada en análisis de comportamiento de los consumidores.

Desde el pasado verano, los paros y protestas en múltiples sectores han retrotraído a los británicos a los conflictos laborales de las décadas de 1970 y 1980, en un país que desde 1926 no ha vivido una huelga general.

En las manifestaciones de hoy en Londres y otras ciudades se sumaba a la reivindicación de subidas de sueldo la protesta por los planes del Gobierno de aprobar una ley que le permita fijar servicios mínimos en caso de huelgas en sectores críticos como la sanidad.

"Tomaremos todas las medidas que estén a nuestra disposición para defender el derecho a la huelga. Estamos estudiando con detenimiento cómo lo haremos para iniciar un proceso legal si esta ley sigue adelante", señaló a los medios Kate Bell, secretaria general adjunta de la federación de sindicatos TUC.