Hawái se ha convertido en el epicentro de un desastre natural debido a devastadores incendios forestales que han causado la muerte de al menos 36 personas, y que ha dejado en cenizas gran parte de Lahaina, una ciudad que ha sido un destino turístico popular en la isla de Maui, donde se desataron los incendios dentro del archipiélago. Los incendios también han afectado Kula, otra zona de Maui.

Actualmente, los incendios, que fueron avivados por los vientos del Huracán Doria que ha estado recorriendo por el Pacífico, siguen estando fuera de control, y han causado el desplazamiento de miles de personas, por lo que las autoridades temen que el número de muertes podría seguir en aumento. Así mismo, las autoridades informan que aproximadamente 271 infraestructuras han sido dañadas o destruidas, añadiendo también a decenas de personas que se encuentran heridas.

Sylvia Luke, vicegobernadora del estado que se encuentra al frente de la emergencia ya que el gobernador, Josh Green, se encuentra fuera de la isla, ha dado a conocer en un comunicado que ha firmado una declaración de emergencia para así evitar la llegada de turistas a la isla, ya que ha advertido que "no es un lugar seguro".

El presidente estadounidense, Joe Biden, también ha emitido un comunicado poco tiempo después de los sucesos, en donde manda sus condolencias a las familias de las víctimas, y agradece el trabajo realizado por los bomberos y trabajadores de servicios de emergencia. También, ha asegurado haber realizado una orden para que todos los recursos federales disponibles se utilicen para ayudar en las respuestas a los incendios.