Estados Unidos sigue centrado en repatriar al soldado estadounidense que entró por sorpresa a Corea del Norte porque no ha podido verificar que haya pedido asilo en ese país, como afirma Pionyang.

"No podemos verificar las palabras atribuidas a (Travis) King. Seguimos enfocados en que regrese sano y salvo", dijo este miércoles a la prensa un portavoz del Departamento de Estado bajo condición de anonimato.

La misma fuente subrayó que "la prioridad del Departamento de Estado" es llevar a King a casa y que lo está intentando "a través de todos los canales disponibles".

King cruzó el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) en el corazón de la frontera entre las dos Coreas.

El soldado, de 23 años, iba a ser repatriado a EEUU como medida disciplinaria tras haber pasado 48 días en un taller penitenciario de Corea del Sur por haber golpeado un vehículo de policía, pero huyó del aeropuerto de Seúl donde debía tomar el vuelo a casa.

Tras casi un mes de silencio, Corea del Norte anunció este martes que "investiga" al soldado, quien ha pedido asilo en el país porque "albergaba malestar por el tratamiento inhumano y la discriminación racial dentro del Ejército de Estados Unidos".

El soldado estadounidense "expresó su deseo de pedir asilo" en Corea del Norte "o en un tercer país", señalando su "desilusión por la desigualdad en la sociedad estadounidense", según la agencia estatal de noticias KCNA, que añade que la investigación sobre King "continúa".