Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos llevaron a cabo el pasado lunes ataques contra tres instalaciones en Irak, donde supuestamente se encontraban milicias proiraníes, en respuesta a las recientes agresiones contra sus bases militares en la región.

El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, señaló ayer que se trataron de “ataques necesarios y proporcionados” bajo la dirección del presidente estadounidense, Joe Biden. “Estos ataques de precisión son una respuesta a una serie de ataques contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de las milicias respaldadas por Irán, incluido un ataque de la (milicia chií iraquí) Kataib Hezbolá (...) contra la base aérea de Erbil”, indicó.

El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) especificó que los bombardeos realizados tuvieron lugar sobre las 20.45 horas y que, según las primeras evaluaciones, estos ataques aéreos habrían destruido las instalaciones objetivo “y probablemente mataron a varios miembros de Kataib Hezbolá”. Además, afirmó no tener constancia de que hubiera víctimas civiles afectadas. “Estos ataques tienen como objetivo responsabilizar a los elementos directamente responsables de los ataques contra las fuerzas de la coalición en Irak y Siria, y degradar su capacidad para continuar los ataques. Siempre protegeremos nuestras fuerzas”, declaró el comandante del CENTCOM, Michael Erik Kurilla.

"MEDIDAS NECESARIAS"

Por su parte, Austin precisó que el ataque de las milicias en Erbil dejaron tres heridos entre el personal estadounidense y un miembro del servicio está en estado crítico. “Permítanme ser claro: el presidente y yo no duraremos en tomar las medidas necesarias para defender a Estados Unidos, nuestras tropas y nuestros intereses”, remarcó. “Si bien no buscamos escalar el conflicto en la región, estamos comprometidos y totalmente preparados para tomar las medidas adicionales necesarias para proteger a nuestra gente y nuestras instalaciones”, manifestó el jefe del Pentágono.

Las autoridades de Irak comunicaron que un dron cargado con explosivos había impactado cerca del aeropuerto de Erbil, donde se encuentra una base militar en la que hay desplegadas tropas estadounidenses e internacionales.

En un comunicado, el Gobierno iraquí condenó los ataques, que consideró “acción agresiva no constructiva que no sirve a los intereses comunes”, mientras consideró “inaceptable” las “agresiones contra sedes de las misiones extranjeras”.

Las tropas estadounidenses en Irak y Siria han sido objetivo de decenas de ataques por parte de milicias proiraníes en respuesta al apoyo de Washington a Israel en su ofensiva contra Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás.

RESPUESTA DE BAGDAD

Un acto “claramente hostil”. Bagdad no tardó en condenar bombardeos ejecutados por Estados Unidos. “El Gobierno de Irak condena lo que se ha conocido esta mañana, cuando instalaciones militares de Irak han sido atacadas por Estados Unidos, que justifica el acto como una respuesta (a un ataque con drones en Erbil en el que resultaron heridos tres estadounidenses)”, dijo la oficina del primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani. “Es un acto claramente hostil que va contra la búsqueda de los intereses mutuos a la hora de lograr seguridad y estabilidad y va contra la intención declarada por Estados Unidos para mejorar las relaciones con Irak”, recalcó en un comunicado. Así, incidió en que “esta acción socava las relaciones bilaterales entre las dos naciones y complicará aún más los esfuerzos para lograr entendimientos mutuos a través del diálogo”.

Un muerto y 18 heridos. En el mismo comunicado el Gobierno iraquí confirmó que al menos una persona murió y 18 resultaron heridas, incluidas varios civiles, en los ataques estadounidenses.