Un tiroteo en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas (Texas) ha dejado este miércoles al menos tres muertos, entre ellos el presunto atacante, y varios heridos, según informaron autoridades estadounidenses.

"Hubo un tiroteo esta mañana en la Oficina de ICE en Dallas. Los detalles aún están emergiendo, pero podemos confirmar múltiples heridos y víctimas. El tirador murió por una herida de bala autoinfligida", informó en X Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).

La Policía de Dallas confirmó el incidente, asegurando que recibieron una llamada a las 06:40 hora local pidiendo "apoyo" a un agente y adelantó que la investigación preliminar determinó que el sospechoso disparó desde un "edificio gubernamental" adyacente a las instalaciones de ICE.

Dos víctimas con heridas de bala fueron transportadas a un hospital local, agregó la Policía en su cuenta de la plataforma X y confirmó que el atacante murió en la escena del crimen a causa de una "herida autoinflingida". Se desconoce la identidad de los heridos o su estado de salud.

Francotirador

Todd Lyons, director interino del ICE, comentó a CNN que el responsable pudo haber sido un "francotirador", según la información "preliminar".

Las víctimas podrían ser civiles, agentes del ICE o inmigrantes detenidos en el sitio, señaló Lyons.

"Aunque no sabemos todavía el motivo, sabemos que nuestro personal de aplicación de la ley de ICE está afrontando una violencia sin precedentes en su contra. Debe detenerse", expresó Noem.

Este es el tercer incidente similar en lo que va del año en Texas. En julio las autoridades acusaron a 10 personas de participar en un tiroteo frente a un centro de detención de migrantes en Alvarado, que dejó a un policía herido y que el Departamento de Justicia consideró "ataque organizado".

Ese mismo mes, agentes federales mataron a un hombre que disparó contra un edificio de la Patrulla Fronteriza en McAllen, donde provocó un tiroteo cruzado que dejó al menos un herido. "El obsesivo ataque en los agentes de la ley, particularmente ICE, debe parar", expresó el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en sus redes sociales.