tudela. La deficiencia, aunque se ha hecho evidente después del concierto de la Orquesta Filarmónica de Navarra, ya la conocía el Consistorio tiempo antes de su inauguración. De hecho, a oídos de responsables municipales y de la oposición ha llegado esta protesta de los tudelanos que han visitado el Gaztambide.

No en vano, cuando el Ayuntamiento hizo visitas guiadas a los ciudadanos unos días antes de la llegada de la Reina el propio alcalde, Luis Casado, comentaba a los visitantes el defecto que habían encontrado en las butacas y que lo iban a subsanar. Sin embargo, estas quejas se han visto incrementadas después del concierto del pasado día 28 en que 262 invitados asistieron al concierto desde el anfiteatro y vieron las dificultades que había para poder ver bien todo el escenario, de hecho muchos no veían al director. Los inconvenientes serán mayores o menores dependiendo del espectáculo al que se acude, pudiendo verse agravado en el caso de las obras de teatro.

no implica obras La reforma de las butacas, "que no implica obra alguna", sí hará necesario que esté cerrado el teatro y, seguramente, elevar todas las filas, dado que al subir unos asientos otros se verán también perjudicados. Pese a ello, ayer la concejala de Cultura, Merche San Pedro, negó que fuera un mal general y lo consideró algo normal. "Puede que afecte a algunas butacas, pero ha habido gente que dice que se ve muy bien y otros que no. De todas maneras las butacas se pueden levantar y no hay ningún problema, si hay necesidad se moverán. Eso pasa en todos los teatros, también en el Gayarre. Como en julio se cierra, luego se mirarán todas". El problema radica en que hasta el mes de julio, cuando se cierre el Gaztambide, hay programados hasta 20 espectáculos y por alguno de ellos el que se siente en el anfiteatro pagará hasta 30 euros y la mala visibilidad de esta zona ya es el comentario que se oye en la capital ribera.

El Ayuntamiento de Tudela tiene todavía un plazo de tiempo para acumular los fallos que encuentre en el edificio y reclamarlos, si fuera necesario, al Ministerio de Fomento, que es el responsable de una obra que ha costado 9 millones de euros.