Puente de San Pedro, 1895
En 1895, la opinión pública pamplonesa leía con preocupación las noticias que llegaban de las colonias. El 24 de febrero se había iniciado la sublevación de Cuba, y el gobierno de Cánovas del Castillo había respondido enviando un enorme ejército a la isla. Poco después, el 25 de mayo y en una emboscada tendida por los españoles, moriría el líder independentista José Martí, que se convertiría en un mito para los sublevados, y que sería luego elevado a la categoría de héroe nacional cubano.
Los nueve personajes que aparecen en la foto antigua han detenido su marcha para salir en la fotografía. El grupo se abre a la izquierda con un caballero vestido de traje y tocado con canotier de paja, y se cierra con un hortelano de la Rochapea, que cruza el puente camino de Pamplona, donde probablemente vendería las lechuguicas, los pepinicos y las cebollicas que carga en la cesta. Entre ambos hay un grupo de 7 mocetes, que se suben peligrosamente al pretil. Se ve que por aquel entonces se estilaban las txapelas de gran tamaño, puesto que todos ellos las llevan. Tal vez fuera una moda derivada de la última Guerra Carlista, que había terminado tan solo 19 años antes y que estaría muy presente aún en la memoria colectiva de los navarros. Al fondo de la imagen se ve la casa conocida como Zubipunta, que más que el nombre del edificio parece ser un topónimo (literalmente "punta o extremo del puente"), recuerdo de cuando el euskara reinaba en la capital de Navarra.
Hoy en día, no hay demasiados problemas para repetir la imagen de hace 116 años, más allá de los que plantea la abundante vegetación de la orilla del río, que obliga a desplazarse al fotógrafo y que oculta parcialmente el puente. Anotamos, como único cambio destacable, la desaparición de Zubipunta, en la parte del puente que mira a Pamplona, ya que fue demolido hace décadas.
El puente de San Pedro procede de una reconstrucción llevada a cabo en época medieval, aunque se da por cierto que es de origen romano y que es el más antiguo de Pamplona. Sea como fuere, debemos tener en cuenta que este tipo de construcciones respondían a una técnica constructiva de raigambre esencialmente romana, y que evolucionaron muy poco en los siguientes 2000 años. Se trata de un puente en "espalda de dromedario", llamado así por la curvatura de su perfil superior, y cuenta con tres arcos u "ojos" de medio punto, más un arco cortado que probablemente proceda de una reconstrucción. No debemos olvidar que en tiempos de guerra una técnica básica consistía en demoler parte de los puentes, para obstaculizar la marcha de los ejércitos. Va dotado además de tres contrafuertes puntiagudos, que reciben el nombre de "tajamares" y que funcionan al modo de la proa de un barco, dando cara a la corriente del río con su perfil aerodinámico, para suavizar el empuje del agua y derivarla hacia los ojos del puente con el menor rozamiento posible.