pamplona. Pocos minutos después de que Enrique Maya fuese investido alcalde, los representantes de los diferentes grupos municipales fueron apareciendo por la sala de prensa del Ayuntamiento. Allí se vieron sonrisas de oreja a oreja, sobre todo en el caso de UPN y de los dos ediles del PP, y rostros de evidente resignación entre los representantes de NaBai, Bildu e Izquierda-Ezkerra. A quien menos cómodos se vio fue a los representantes del PSN, que tuvieron que defender ante los periodistas el cambio de orientación de su voto mientras aseguraban que no había acuerdo con UPN. Ante el micrófono, NaBai, Bildu e I-E lamentaron la posición del PSN, aunque se comprometieron a trabajar duro desde la oposición. Los socialistas se escudaron en la presencia de Bildu para explicar su voto en blanco.

La cabeza de lista de NaBai, Uxue Barkos, se tuvo que conformar en la investidura con 11 votos frente a los 13 de Maya, y lamentó que el PSN hubiese favorecido esta situación con su voto en blanco. "Hoy se ha producido uno de los capítulos menos edificantes de la política navarra en los últimos años. Hemos asistido a un pleno en el que claramente se podía haber visualizado una mayoría de progreso. Se podía haber logrado de nuevo un acuerdo de gobierno de progreso, pese al tsunami conservador en el Estado. Sin embargo, la falta de valentía del PSN la ha impedido, y hay que hablar de cobardía absoluta del PSN por no atreverse a reconocer que su abstención, su voto en blanco, se ha producido por esa petición expresa de Yolanda Barcina, y su falta de gallardía para reconocer que existe un acuerdo que se visualizará próximamente. El PSN se ha sometido a las exigencias de Barcina. Es una pena que esos tres votos de mandato de izquierda hayan traicionado una vez más a su militancia y su electorado", señaló.

En cualquier caso, Barkos miró a futuro y se comprometió a trabajar por Pamplona durante los próximos cuatro años: "NaBai, como primera fuerza de progreso en el Ayuntamiento, trabajará de nuevo estos próximos cuatro años en la oposición con lealtad para mejorar la ciudad y con pasión por el trabajo municipal".

Uno de los principales aludidos, Juan Moscoso, cabeza de lista del PSN, explicó su voto en blanco por la "necesidad de impedir que Bildu tuviera la llave", señaló que no existía acuerdo alguno con UPN e incluso descartó la posibilidad de que éste fuese a producirse próximamente, a pesar de que Maya minutos antes veía abierta esta posibilidad. "Dijimos que llegaríamos a acuerdos siempre y cuando estos estuviesen basados en nuestro programa, en principios claros progresistas o socialdemócratas. Este voto en blanco solo tiene una lectura y es que pasamos a la oposición. Y que nadie entienda que esto es una repetición de lo que ocurrió en la última legislatura. También hemos votado en blanco para evitar que Bildu fuese la fuerza que condicionase el resultado final", señaló Moscoso.

La portavoz de Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, Eva Aranguren, por su parte, subrayó en primer lugar su "compromiso por seguir trabajando por un cambio real de izquierdas y desde una perspectiva abertzale". Aranguren señaló además que, entre derecha e izquierda, el PSN había elegido a la derecha "traspasando todos los límites" y subrayó que no tienen "ninguna duda" de que el PSN "integrará el futuro gobierno municipal con la extrema derecha de UPN".

En la misma línea, Edurne Eguino señaló que se sentía "absolutamente engañada" por el PSN y criticó que los socialistas hubiesen permanecido "15 días mintiendo". Finalmente, el cabeza de lista del PP, José Núñez, explicó que su apoyo a Enrique Maya por "las coincidencias programáticas" con los regionalistas.