LA Bodega Cooperativa Olitense, primera bodega de estas características creada en toda Navarra, está inmersa en plenos actos conmemorativos del centenario de su nacimiento. En concreto, los eventos comenzaron el pasado 30 de junio con una conferencia titulada Bodega Cooperativa Olitense, cien años de historia, para posteriormente continuar con la comida que los socios celebran anualmente coincidiendo con la festividad del Corazón de Jesús. En concreto, esta fiesta tuvo lugar el pasado viernes en la sede que la cooperativa tiene en Olite y que, en la actualidad, y desde 1999, integra a las bodegas cooperativas Olitense, Nuestra Señora de Ujué (Pitillas) y Virgen de Ujué (Ujué) en la más que reconocida marca Bodegas Vega del Castillo.

Desde su fundación el 20 de agosto de 1911, una vez se dio por cerrada la crisis de la filoxera (un parásito que afecta a la vid), la Bodega Cooperativa Olitense ha tenido que sufrir todo tipo de vicisitudes, algo que no es de extrañar debido a que cien años de historia dan para mucho. El precursor de esta bodega, como no podía ser de otro modo, fue el sacerdote Victoriano Flamarique Biurrun, quien tras apostar por la fundación de la Caja Rural de Olite en 1904, desarrolló varias obras sociales siendo la más importante la creación de la Bodega Cooperativa Olitense. Más tarde se vería que la fundación de esta bodega supondría el fracaso y desmoronamiento de todas las obras sociales impulsadas por la Caja Rural.

En esta primera etapa, la junta de la bodega estuvo compuesta por Sabas Corcín, en el cargo de presidente; Cantor Jaime, vicepresidente; los vocales Eulalio Leoz, Canuto Alzorriz, Antonio Gorri y Patricio Muruzábal; Fermín Armendáriz, secretario; Victoriano Flamarique, consiliario o consejero; el enólogo Apolinar Azanda; y el ingeniero agrónomo Nicolás García de los Salmones.

experiencias previas Cabe puntualizar que antes de fundar esta bodega, Flamarique realizó varios ensayos durante los años 1909 y 1910 para tantear el posible asociacionismo en el sector vitivinícola. Para ello, arrendó varias bodegas a particulares para recibir uva. En esta experiencia previa participaron 63 de los 350 socios que componían la Caja Rural. Una vez se constató la viabilidad del proyecto, en 1911 se fundó la cooperativa, que pasó de los 208 socios en 1911 a los 280 en 1920.

Los años posteriores se caracterizaron por un gran desarrollo y prosperidad en lo que a beneficios se refiere. "Las liquidaciones de uva supusieron alrededor de un 30% en relación al precio de la uva en vendimia, para 1914 se duplicó el número de peonadas de viña inscritas en la Bodega por los viejos socios, y se notó también la mejora de la calidad de los vinos elaborados y su buena aceptación en el mercado, especialmente el moscatel de celebrar", recordó el biznieto del primer presidente de la Bodega Cooperativa Olitense, Javier Corcín.

ampliación de la bodega En 1918, los propios cooperativistas decidieron ampliar la sede existente, acordando para ello aportar todas las viñas que poseía cada uno de ellos. El nuevo edificio se equipó con 52 depósitos de hormigón armado con capacidad para doscientos mil decalitros de vino, que vendrían a sustituir las cubas de roble americano con las que trabajaban hasta la fecha. Esta ampliación, que supuso una inversión de 800.000 pesetas, sumada a varios años consecutivos de malas cosechas y a la bajada de los precios, derivó en una crisis sin precedentes, que tuvo que ser subsanada con el alquiler, en 1923, de la bodega.

"La documentación conservada en el archivo de la bodega refleja los momentos tan conflictivos por los que atravesó: necesidad de solicitar créditos, hipoteca de la bodega, multas a socios, retirada de socios, pleitos en los juzgados y venta de los edificios del Círculo, Bodega Vieja, Caja Rural, Harinera, Destilería y Moline de El Chorrón", apunto Corcín. Del mismo modo, señaló que " a los problemas económicos y posibles fallos de gestión, se unió la desconfianza de numerosos socios, la falta de disciplina de los mismos, la división y la influencia en contra ejercida desde sectores locales adversos a las realizaciones de la Caja Rural".

el declive económico Pero, sin duda, el detonante del declive fue que, tras fundarse la Federación de Bodegas Cooperativas de Navarra, constituida por las bodegas de Olite, San Martín de Unx y Villafranca, para lo que cada una tuvo que aportar el 40% de su producción, ésta se integró en la Sociedad Bodegas Iruña, que exportaba vinos a países como Cuba, México o Argentina. Y precisamente, el impago de varios de los pedidos fue lo que llevó a la quiebra a esta bodega.

Durante los años en los que estuvo arrendada por particulares, en concreto desde 1925 hasta 1940, la Bodega pasó por las manos de Carlos Eugui, Vicente Carricas, Rafael Bariáin o Porfirio Eraso, hasta que en 1941, 74 socios recuperaron la solvencia económica necesaria para gestionar de nuevo la bodega.

El sacerdote Victoriano Flamarique (1872-1946) era natural de Beire y llegó a Olite en 1898, localidad en la que impulsó obras tan importantes como la creación de la Caja Rural, la Cooperativa de Abonos, la Panadería, la Sección de luz o el Círculo Católico.