pamplona. Tres meses después de que le dieran la baja cautelar de militancia y de que le solicitaran que dimitiese "como concejal por pérdida de confianza", el comité de disciplina de UPN ha expulsado del partido a la concejala del Valle de Egüés Carolina Potau. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con la edil, responsable de las presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación del Plan de Movilidad en 2008, para conocer su valoración sobre lo ocurrido. De momento, según apuntó el alcalde, Josetxo Andía (UPN), que no había hablado todavía con su compañera, "en principio seguirá como concejala no adscrita". Sin embargo, toda la oposición solicita que abandone el cargo.

La presunta irregularidad en este caso radica en que el documento de word que contenía el pliego del concurso sobre el que se basó la adjudicación del plan fue creado en un ordenador de la empresa que resultó ganadora: Ámbito, para la que trabajó en su día Potau. Ésta lo achacó a que le había consultado el pliego. Fuentes regionalistas señalaron a este procedimiento como uno de los motivos de su expulsión, si bien aseguraron que el principal es que "se hubiera salido de la disciplina del partido. Se dieron instrucciones, se tomaron acuerdos y ella no los tuvo en cuenta". La edil puede ahora recurrir la resolución dentro del partido.

Por otro lado, Andía señaló que ha pedido al secretario un informe sobre la proporcionalidad, de cara a proponer una nueva estructura de los órganos municipales en el pleno del 8 de noviembre. Y es que hasta ahora Potau, como miembro del grupo de UPN, participaba en las comisiones de Deporte y Hacienda. El primer edil no quiso valorar la decisión de su partido, si bien indicó que, dentro de la comisión especial de investigación creada para aclarar las presuntas irregularidades urbanísticas, en la próxima reunión del día 7 expondrán sus conclusiones relativas al Plan de Movilidad. A su juicio, "no ha habido irregularidades".

reacciones Alfonso Etxeberria, de NaBai, reconoció sentir una sensación "un poco agridulce" con la expulsión de Potau. "UPN se aprovecha del momento electoral, pero la realidad es que va a seguir como no adscrita", afirmó. No obstante, mantuvo que "vamos a seguir investigando todo. No hemos hecho nada más que empezar". En esta línea, aseguró que hubo irregularidades en la adjudicación del Plan de Movilidad: "Tenía información privilegiada, hubo un trato de favor y el pliego salió de Ámbito", por lo que pedirán su dimisión y la del alcalde, como "responsable político". En cuanto a la actitud de Andía en la investigación, dijo que "lo único que ha hecho es frenar y sacar la cara a Carolina".

Desde Bildu, Miren Aranoa incidió en que la investigación no se quedará solo en el citado expediente. Valoró positivamente la expulsión, aunque reclamó "otra manera de hacer política. Exigimos transparencia y claridad en todo. El caso Egüés no se cerró en su día y no acaba en Carolina Potau". Al igual que Bildu, Izquierda-Ezkerra consideró que "por una mínima dignidad política" Potau debería entregar el acta de concejal en el próximo pleno. I-E calificó el caso de "grave" y, por ello, se ofreció a conformar "un gobierno alternativo a UPN, respaldando cualquier candidatura progresista en una moción de censura".

La socialista María Chivite consideró que la decisión de UPN viene a "confirmar que la actuación de Potau no fue adecuada en la contratación de la empresa Ámbito". No entró a valorar si su proceder fue legal o no, pero "éticamente no es adecuada; debería dimitir". También expuso que "habrá que ver en qué situación se queda el gobierno de UPN en Egüés". Finalmente, Alfonso Úcar (PP) censuró la tardanza en adoptar esta postura. El edil, que abogó por "la transparencia total", indicó que "con lo visto hasta ahora ha habido irregularidades". La corporación se queda así: 5 ediles de UPN, 4 de NaBai, 2 de Bildu, 2 del PSN, 2 de I-E, uno del PP y una no adscrita.