EN 1931 la hoy llamada plaza del Príncipe de Viana era un espacio apenas configurado, puesto que la mayoría de sus edificios databan de finales de los años 20. Antiguamente, este punto había sido el cruce entre los caminos que llegaban a Pamplona desde Francia y desde Zaragoza, por lo que en el momento de su urbanización se diseñó una amplísima plaza, la primera de Pamplona que tenía trazado circular. De hecho, el pueblo soberano bautizó pronto este lugar, de manera oficiosa, como plaza Circular, título que, por encima las disposiciones oficiales, ha llegado hasta hoy en día en boca de muchísimos pamploneses.
La fotografía de 1931 permite ver el frente meridional de la plaza, con los arranques de la calle Arrieta a la izquierda, la Avenida de Zaragoza en el extremo derecho, y la calle Sangüesa en el centro de la fotografía. Al fondo de esta última calle, aún sin construir, se ven las tapias del campo de fútbol de La Aurora, donde jugaba el Atlético Aurora, uno de los más antiguos clubes navarros, fundado según tengo entendido en el año 1923, y que inauguró la Tercera División quedando campeón en su primera edición, en la temporada 1929-1930. En cuanto a los edificios de la imagen, es fácil ver que permanecen en su lugar, aunque el inmueble de la izquierda ha sufrido una notable ampliación vertical, al pasar de 5 a 8 alturas.
HOY EN DÍA el espacio conocido como plaza del Príncipe de Viana o plaza Circular, con su fuente luminosa y su cuidada zona central ajardinada, constituye uno de los espacios emblemáticos del centro urbano pamplonés. En su bullicioso entorno se disponen numerosos y conocidos negocios, oficinas, entidades bancarias, establecimientos comerciales y restaurantes. Durante décadas, el tráfico rodado que llegaba a Pamplona, incluidos muchísimos camiones, atravesaba necesariamente esta plaza para continuar su camino hacia Francia o hacia Zaragoza. Hoy en día, y aunque las variantes desvían el tráfico sin cruzar por el centro, debemos confesar que sigue siendo una zona un tanto agobiada por el denso tránsito de vehículos.
En cuanto al nombre oficial de la plaza, está consagrado a la figura del Príncipe de Viana, título instituido por el rey Carlos III el Noble para el heredero a la corona de Navarra. El primer beneficiario del principado fue su nieto Carlos IV de Navarra, el conocidísimo Príncipe de Viana, a quien su padre Juan II usurpó el trono abriendo un conflicto dinástico y una guerra civil que se prolongaría incluso después de la muerte de ambos, hasta 1507. Este conflicto, además, dividió y debilitó a Navarra, favoreciendo la política insidiosa e imperialista del gran vecino del sur, Castilla.