pamplona. Como novedad, este año la Comparsa interpretó ¡Qué bien bailas!, un baile que requirió de la participación del público en la plaza Consistorial. Dos grupos, Gracia Navarra, en la calle Nueva, y la Cofradía Musical San Saturnino, en la calle San Saturnino, rindieron un homenaje a la figura.

A las 10.25 horas de la mañana la Corporación municipal en cuerpo de ciudad salió desde la Casa Consistorial hacia la iglesia de San Saturnino. Cabe destacar que los concejales Uxue Barkos (NaBai), Edurne Eguino (I-E), Juan Moscoso (PSN) y Arantza Oskoz (Bildu) no estuvieron presentes en la procesión por diferentes motivos. Encabezaba el cortejo la Comparsa de Gigantes, seguida de cuatro guardias municipales, los txistularis, el grupo de dantzas Duguna, formado por 28 dantzaris y su capitán, Joseba Morales, los timbales y clarines municipales y el clero parroquial formado por los seminaristas Javier Aldave, José Luis Orella y Santiago González Vázquez, que llevaba la cruz de la catedral.

Tras ellos, la imagen del santo era portada por cuatro personas (de un grupo de nueve) que se turnaban cada diez minutos. "En general somos doce personas, pero hoy (por ayer) estamos nueve. Es una tradición que pasa de padres a hijos", explicó Juanjo Valerdi. Conformaban el grupo Iñaki Valerdi, Sergio Zoroquiain, Santi Zoroquiain, Mikel Tobar, Luis Zazu, Patxi Olabarrieta y José Manuel Calavia. Unos metros atrás se encontraban los maceros y libreas y el concejal abanderado, Aritz Romeo (NaBai), al ser el más joven. Cerraban el cortejo la Corporación municipal, el jefe de la Polícia Municipal, Simón Santamaría, un segundo grupo de guardias de gala y La Pamplonesa.

El recorrido fue el habitual: calle Mayor, paseo del Doctor Arazuri y calle Nueva para regresar por la calle San Saturnino hacia la iglesia. Durante el trayecto, la figura se desequilibró un par de ocasiones. En unas calles llenas, el santo recibió dos homenajes. El primero tuvo lugar a las 11.00 horas de la mano de Gracia Navarra que interpretó la jota a San Saturnino en la calle Nueva. Diez minutos después, la Cofradía musical San Saturnino cantó Desde Toulouse a Pompaelo, letra inédita elaborada por Iñaki Lacunza, uno de los fundadores del grupo en 2007.

SORPRESA GIGANTE A las 11.15 horas comenzó la misa celebrada en la iglesia de San Saturnino por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez. La eucaristía estuvo amenizada con la piezas de la Capilla de Música de la Catedral y la colaboración del Orfeón Pamplonés, dirigidor por Aurelio Sagaseta y Julián Ayesa, organista. Los concejales Aitor Lakasta (NaBai), Ana Barrena (NaBai), Eva Aranguren (Bildu), Aritz Romeo (NaBai) y Peio Martínez de Eulate (Bildu) no asistieron a la misa. Una vez finalizada la ceremonia, que duró hora y cuarto, la Corporación regresó a una plaza Consistorial abarrotada de familias que, expectantes, esperaban la sorpresa anunciada por la Comparsa.

Y aunque se hizo esperar, mereció la pena. Los porteadores de los ocho gigantes, vestidos con trajes de principios del siglo XX, salieron de las faldas de los gigantes e invitaron a otras mujeres a bailar. De esta forma, ocho parejas interpretaron la pieza ¡Qué bien bailas!, del maestro Turillas con la colaboración de La Pamplonesa. "Queríamos hacer algo diferente, y lo hemos ensayado tres días. Nos hemos vestido con trajes de la época porque queríamos representar cómo vestían a principios del siglo XX", explicó Mari Ganuza, presidente de la Comparsa.

Posteriormente, el grupo Duguna interpretó el Ingurutxo de Burguete. Por último, la Comparsa quiso rendir homenaje a tres gaiteros, David Carmona, Iñaki Goñi y José Luis Bujanda, de la Escuela San Juan, que cumplían 25 años tocando en la formación. Recibieron una estatua de San Fermín y de la reina africana.

Finalmente, la Corporación tomó un aperitivo en el salón comedor del Ayuntamiento. Cada concejal corrió con los gastos del menú (46 euros).