Para Alberto Unzu, hijo de los fundadores y que gestiona desde hace dos décadas el negocio junto a su cuñado Javier Oyaga, la clave para mantenerse, además de mucho esfuerzo, es "estar atento y trabajar. Permanecer atento a lo que el público demanda y estar todos los días al pie del cañón, procurando dar buen servicio y una relación calidad-precio adecuada; la máxima calidad relacionado con su precio. Creo que no hay más secreto, yo al menos no conozco otro".

Nada más entrar en el local, uno es consciente de que están de celebración. Desde el lunes, una mesa con café, pastas y embutido recibe a los clientes, así como un mural compuesto por fotografías antiguas, en las que, por ejemplo, se puede ver a Josetxo Unzu en el mercado de Santo Domingo. "Mi padre aprendió el oficio de mayor, con más de 20 años. Era chófer de la villavesa y a través de un amigo y un hermano que tenían carnicerías se metió en el mundillo y en 1962 abrió esta tienda -la segunda carnicería que se instaló en Burlada y que se encontraba donde está la actual plaza Torres-. A finales de 1991 nos trasladamos a la actual ubicación, en la misma calle, después de que tiraran los chalés viejos". Al hacer balance, Alberto menciona que "ha sido un modo de vida de mucho esfuerzo" y recuerda a su progenitor, ya fallecido: "Mi padre metía mil horas: todas las del día, madrugaba, llegaba tarde a casa... Era un tipo encantador, pero lo perdimos un poco como padre porque estaba todo el día currando", si bien "tenía que trabajar; tenía 7 hijos". No obstante, además de las horas en su local, hallaba tiempo para enseñar la profesión a otros colegas: "Tuvo muy buena relación con todos los carniceros", afirma su hijo.

Así, con dedicación, la Carnicería Josetxo se ha convertido en todo un referente en Burlada. Entre sus productos, Alberto Unzu destaca el relleno casero, la chistorra, el queso, el jamón, el cuto de Teruel y la ternera. Respecto a la incidencia de la actual situación económica en el negocio, señala que "desde hace un año se empieza a notar un poco la crisis: no tanto en el paso de gente, que más o menos es el mismo, pero si que el cliente mira un poco más y compra cantidades más ajustadas, géneros un poco más económicos, pero de momento no es un cambio muy fuerte".

exposición Con motivo del aniversario, ha organizado la muestra fotográfica El mundo y la carne, que se puede ver en la casa de cultura de Burlada hasta el 29 de febrero. "Agustín Gil, que trabaja con nosotros, viaja mucho. Me enseñó una fotografía de una carnicería en Cuba y le dije que sacase alguna en Etiopía para exponerlas en el local. Cuando volvió del viaje me comentó ¿mira lo que dice Eneko Pastor? Que si hacemos las ampliaciones, él nos cede imágenes para hacer una exposición en la casa de cultura", explica. Dicho y hecho. La "impactante" muestra, con obras de Agustín Gil, Eneko Pastor y Eduardo Simbaña, recoge establecimientos del mundo. "Da visión de otros colores, de otras maneras de vivir y de funcionar", apunta Unzu. La suya la conocen sus clientes, a quienes agradece la confianza depositada y recuerda que continúan "trabajando para seguir mejorando".