NOÁIN. La niña June Mendiburu Larequi, una preciosidad de 7 meses, se convirtió ayer en protagonista de la décima edición de la campaña Hermano Árbol, que organiza el Área de Jardinería y Agenda 21 del Ayuntamiento de Noáin-Valle de Elorz. Este año se plantaba el árbol número 1.000 y la pequeña fue la encargada de amadrinarlo, en una jornada en la que se pusieron 80 ejemplares nuevos de especies como robles, encinas, arces, fresnos, serbales e higueras junto al cementerio, y en la que participaron unas 300 personas.

En el caso de June Mendiburu, el árbol plantado fue un roble, y para dicha labor recibió la ayuda de sus padres, Alfredo y Maider; de su tía Idoia, y de sus abuelos Pili y Alfredo. Este último, por cierto, un gran comprometido desde hace años con esta iniciativa medioambiental y esta edición no iba a ser menos: "Es la joya de la casa", decía orgulloso. Para sus padres, sobre todo, el amadrinar el árbol 1.000 supuso todo "un honor".

La pequeña June recibió un título honorífico, y una placa de acero con su nombre identificará el roble que plantó. Al igual que ella, los niños que ayer plantaron algún ejemplar -todos nacidos en 2011- también recibieron estos detalles, entre ellos Guillermo, un vecino de Noáin de 4 meses, quien estuvo muy bien asesorado por su hermano Álvaro de 2 años, que en su día ya puso un arce. "Guillermo ha puesto un roble. Luego nos gusta ver cómo crece e incluso solemos regarlo", aseguraban sus padres, Silvia Aguas y Carlos Aransay. Aprovechando el buen día de sol, aunque con algo de viento, también acudieron Asier Berraondo y Oihane Fernández con su pequeño Ametz de nueve meses, quien plantó una encina. Sus orgullosos padres ya hacían planes para "venir de excursión a ver el árbol y a regarlo".

El responsable de la Agenda 21, Mikel Baztan, recordó que esta iniciativa busca ser "un acto de la familia hacia el nuevo ser que ha venido" y al que se le quiere "hermanar" con un árbol de por vida. En definitiva, enraizar a los habitantes de Noáin con su tierra para que la cuiden.

La jornada finalizó con un almuerzo, con productos ecológicos.