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Concluye la urbanización de Lezkairu, que podría recibir vecinos antes de fin de año

1.743 viviendas tienen la licencia de obraAyer se dio por finalizado oficialmente el acondicionamiento de la zona y se inauguró el nuevo ascensor

Concluye la urbanización de Lezkairu, que podría recibir vecinos antes de fin de año

pamplona. Según indicaron desde el Ayuntamiento, se trata de la obra pública de mayor envergadura realizada en Pamplona hasta la fecha. Ahora, con el grueso de la urbanización concluida y, por tanto, con el terreno acondicionado, Lezkairu espera empezar a recibir vecinos antes de que acabe el año, aunque aún con cuentagotas.

A día de hoy se encuentran en construcción unas 800 viviendas en diferentes bloques de la zona. No obstante, en Lezkairu hay 1.743 licencias concedidas o en fase de tramitación, 660 de estas son Viviendas de Protección Oficial, 557 de precio pactado, 381 son para vivienda libre y 145 de precio tasado. Las primeras en obtener licencia cuentan con ella desde diciembre de 2010.

Entendiendo que el plazo de ejecución normal para este tipo de edificaciones es de entre 18 y 20 meses, podrían estar terminadas para después del verano. Aún previendo una cierta ralentización por la merma en la demanda de pisos fruto de la crisis, se entiende que antes de final de año deberían recibir a sus primeros inquilinos. En Lezkairu se construirán hasta 5.800 viviendas, además de otras 1.500 en Arrosadia ligadas a la urbanización del Lago, en la zona comprendida entre Ilargi Enea y avenida Zaragoza. El 25% de ellas contarán con algún tipo de protección oficial.

la urbanización Dentro de lo que es estrictamente la urbanización, durante 2010 se habían abierto 6.500 de los 14.500 metros de viales, correspondientes la mayoría a calles periféricas. Ayer se abrieron al tráfico 8.000 metros de viales interiores, entre los que predominan calles de coexistencia con un sentido de circulación. Se estima que por los nuevos viales cercanos a Mendillorri pueden circular unos 18.000 vehículos cada día.

Como parte de esta urbanización de la zona, ayer entró en funcionamiento el ascensor que une la calle Monjardín del II Ensanche con la calle Valle de Egüés. El elevador salva una distancia de doce metros en 7,5 segundos. Tiene capacidad para transportar 1.600 kilos de carga, unas 21 personas, en unas dimensiones de cabina de 1,65x1,95 con 2,25 metros de altura, el mismo tamaño que el elevador de la Media Luna. Al formar parte de los trabajos de la tercera fase de la urbanización de Lezkairu su presupuesto lo asumen las empresas promotoras del proyecto (el Ayuntamiento tiene una participación patrimonial en el polígono). Aunque pueda llamar la atención que el ascensor urbano llegue antes que los vecinos, al ser parte de la urbanización debe ejecutarse necesariamente antes que la construcción de las viviendas.

"el olvido de los vecinos" Por el momento, los únicos vecinos del barrio de Lezkairu son los inquilinos de los cuatro bloques de viviendas del Soto. Se trata de unos 300 vecinos que llevan años soportando las obras en la zona y que por momentos han padecido un aislamiento sin parangón en la ciudad. De hecho, la pasada primavera, coincidiendo con la inauguración del campo de fútbol y de algunos de los viales antes de las elecciones, los vecinos organizaron una protesta contra "el olvido" al que consideran que se ven sometidos.

"La situación ha mejorado algo últimamente y el ascensor nos vendrá bien, pero seguimos en una situación de olvido. Los últimos años no han sido duros, han sido durísimos y aún continúa cortada la calle interior de los bloques de viviendas", explica Francisco García Valenzuela, vecino de la zona. En la cestería Garralda, uno de los pocos comercios de la zona, ven ahora la botella mediollena, aunque no olvidan los agravios de los últimos años. "Desde agosto han mejorado mucho las comunicaciones, ahora te plantas en cualquier punto de la ciudad en un momento, pero hay que recordar que hemos estado años abandonados y entre julio de 2010 y la primavera de 2011 prácticamente cercados", indica la responsable de este comercio. Además, en mitad del barrio continúa impertérrito el convento de las Monjas Blancas, con unas 60 hermanas. Según Lezkairu vaya creciendo en vertical los vecinos se multiplicarán para estas religiosas.