Ultzama se vuelca con los navarros ausentes
dos mil personas acudieron al valle a la fiesta que el año próximo celebrará sus bodas de plata en mendavia
PAMPLONA. Las empinadas cuestas de Arraitz vieron ayer el paso alegre de centenares de navarros que viven fuera de la comunidad y que este año eligieron el Valle de Ultzama para celebrar su fiesta, el encuentro anual que en 2013 cumplirá sus bodas de plata en Mendavia y que pretende devolver a su tierra por un fin de semana a los que un día la tuvieron que abandonar. La presidenta de la Federación de Hogares Navarros, Rosa Mary Ibáñez, calculó en más de dos mil los asistentes ayer al Día del Navarro Ausente, tal vez menos que en años anteriores pero es que aquí también se nota la crisis. Llegaron autobuses de Bilbao, Barakaldo, Burgos, Logroño, Madrid, Palencia, Zaragoza, Vitoria y Valladolid, unas 1.200 personas, además de las desplazadas en vehículos particulares.
Llegaron a Arraitz de par de mañana y tras la bienvenida se fueron a la parroquia para escuchar la misa que cantó el coro local. A la salida, al son de las trikitixas que tocaban las chicas de la Escuela de Música Aralar, los navarros ausentes bajaron hasta la plaza, donde muchos formaron fila para degustar el producto estrella del valle anfitrión, la cuajada. Pasados unos minutos de las doce, el alcalde de Ultzama, Patxi Pérez, se asomó al balcón de la casa concejil y lanzó el chupinazo.
Precisamente el alcalde era uno de los más satisfechos ayer por estar "entre tantos navarros que un día tomaron una difícil decisión, entre ellos también amigos míos", dijo. Patxi Pérez pronunció unas emotivas palabras en las que glosó el significado de la fiesta, un día "de recuerdo, de nostalgia porque navarros somos todos, los de aquí y los allí. Nosotros hemos aportado nuestro grano de arena para que disfrutéis. Bienvenidos a esta casa. Volved cuando queráis", concluyó.
También estaba satisfecha la presidenta de la Federación de Hogares Navarros y de la Casa Navarra de Zaragoza, Rosa Mary Ibáñez, quien recordó que el Día del Navarro Ausente va a cumplir el año próximo 25 ediciones. "Estas fiestas nos han permitido conocer mejor Navarra, ya hemos estado en 24 localidades y todas nos han acogido muy bien". Ibáñez adelantó que el año próximo la edición de las bodas de plata tendrá lugar en Mendavia, cuya alcaldesa, María José Verano, estaba ayer en Arraitz. La presidenta agradeció la acogida que les deparaba Ultzama, "un valle precioso, cuna de deportistas como Julián Lajos, Carlota Ciganda o el Cuco Ziganda", y la buena disposición del Gobierno, que sigue apoyando la fiesta aunque "sabemos que son momentos difíciles".
La representación institucional la ostentó en el chupinazo la consejera de Desarrollo Rural, Lourdes Goicoechea, que disculpó la ausencia momentánea de la presidenta Yolanda Barcina, que llegó más tarde por problemas de agenda. Goicoechea destacó que el Valle de Ultzama ha sabido unir tradición e innovación. "Aquí han sabido poner en valor hasta los purines de las vacas", dijo.
Pero el cohete era solo el anticipo de la fiesta. Aún quedaban un espectáculo en el Centro Ecuestre Robledales de Ultzama y por la tarde la exhibición de deporte rural, feria de artesanía y un concierto de la coral Mendi. A la comida popular en el frontón de Larraintzar acudieron seiscientas personas que degustaron un menú cien por cien navarro: pochas, pimientos del Piquillo, cordero en chilindrón y de postre, por supuesto, cuajada.