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¡...En carrozas se gastaban dinerales!

Las formas y los usos muestran el contraste entre atavismo y modernidad en el país del bidasoa

¡...En carrozas se gastaban dinerales!ONDIKOL

El carnaval, la verdad sea dicha, comienza cuando le da la gana, desde el día de Reyes si se tercia, que los jóvenes marchaban a la cosa forestal a Francia y no querían perderse el jolgorio, considerando que la Navidad (por no haber, no había ni El Corte Inglés) no era ni de lejos lo que es. ¡A mí me van a impedir calzarme las abarcas, el espaldero de oveja, sacar el hisopua (hisopo de crin de caballo que lleva en la mano el joaldun para "conjurar los espíritus") y meter ruido con las po-lunpak (cencerros), de eso nada!

Así ocurre en los pueblos pequeños, en los alejados de las grandes vías de comunicación más, donde cada uno es cada quien y todos se conocen y entramos en Donpedronea que es casa fuerte y nos recibirán en condiciones a poco que suene el kordion (acordeón) que a la etxekoandre le gusta tanto. Aquí, la cosa es subir al desván, agarrar cuatro trapos y el sombrero de paja de ir a las hierbas, y venga marcha.

También hay localidades que a Don Carnal le festejan cuando toca, desde el jueves gordo u Orakunde hasta el Miércoles de Ceniza, cuando hasta hace nada venían el párroco y la autoridá y decían: ¡alto! Y a rezar todo el gentío y ni se os ocurra silbar (que lo hemos vivido) hasta el Domingo de Resurrección. En estos otros pueblos, los mayores empezaban el domingo que decían "de piñata", cumpliendo con aquella otra tonadilla: "¡Jueves Gordo, viernes flaco, sábado regular y domingo... carnaval!", a la que se añadió lo de "¡lunes carnaval, martes carnaval, miércoles de ceniza y jueves... longaniza!".

Y otros pueblos, más grandes y abiertos "a mundo y civilización" (¿?) montan desfiles vistosos y ruidoso (el sábado, en Doneztebe) con baúles repletos de decibelios, salen remedos de la caja tonta (la tele) gracias a Dios sin el ¡Sálvame! ni similares excrementos, y el gentío (la juventud, más bien) desafía rayos, truenos y lluvia a punta'pala (como en Doneztebe, también) y si esto es guerra, vengan balas. Lo que me cuenta mi amigo es que ha fallado este año la imaginería, ni cheques ni corrupción, ni nada. Que ni caretas del Aznar y el Felipe González había, por no haber.